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Los de afuera también pueden ayudar

Consejos para ayudar a una familia que está atravesando una situación conflictiva.


Como integrantes o amigos cercanos de una familia en una situación crítica,
podemos ser la persona que escucha sentimientos diferentes o encontrados y que
ayude a localizar el fastidio o la ansiedad al explorar algunas de sus causas
especificas: problemas de trabajo, en el matrimonio, en la distribución del
apoyo económico, etc.


 Es posible que ayudemos a una mejor administración de la crisis que atraviesa la
familia para lograr una distribución  acordada de tareas y responsabilidades
entre sus miembros.

Orientaciones generales


 Para aclarar el problema


 -Ayudemos a expresar los sentimientos de los demás realizando pequeñas  síntesis
o asintiendo cuando comprendemos.


-Formulemos preguntas concretos sobre lo que no nos quede claro o sobre aspectos
que fueron nombrados  pero no desarrollados.


-Volvamos a formular el problema tal como lo entendimos; veamos si la otra
persona esta de acuerdo, si no, digámoslo con otras palabras hasta asegurarnos
que ambas partes están entendiendo lo mismo.


-Ante una gran cantidad y complejidad de problemas, identifiquemos al que se
deba atender de manera prioritaria y establezcamos, para el resto, una orden de
necesidades que sea razonable y difícil de alcanzar.

Para encontrar soluciones


 -Preguntémosle a nuestro familiar o amigo de que manera resolvería el problema.


-Mencionemos otras alternativas que no se le hayan ocurrido a el.


-Ayudemos a determinar que partes del problema debían encararse de inmediato y
cuales podrían dejarse para mas adelante.


-Favorezcamos la decisión de qué aspectos deben reflexionarse y que datos faltan
o son necesarios conocer para poder solucionar el problema con los mejores
resultados.

Para tomar decisiones


 -Colaboremos en la decisión de qué partes  del problema deben cambiarse y cuales
deben aceptarse, momentánea o permanentemente.


-Aconsejemos a los integrantes de la familia para que no tomen resoluciones
importantes mientras dure el periodo de crisis.


-Ayudemos a seleccionar cuales serian las determinaciones mas necesarias para
ese momento y esa situación.


-Invitemos a un nuevo encuentro en los próximos días para evaluar los progresos
realizados. 

Resolver conflictos entre los familiares


 -Podemos incluirnos en las discusiones como “mediadores”.


-Nunca debemos dejar infiltrar nuestros medios, creencias o deseos personales en
las charlas o discusiones de la familia.


-Evitemos la tendencia a querer impresionar, con palabras o actitudes, al otro.


-No halaguemos a nadie con mentiras piadosas.


-Preguntemos con palabras sencillas, directas y respetuosas lo que no nos quede
del todo claro. Si nos preguntan, respondamos del mismo modo.


-Una vez reunidos, luego de que cada uno asumió su participación en el
conflicto, facilitemos la expresión espontánea de las inquietudes tanto de uno
como del otro integrante y realicemos preguntas si pensamos que algún aspecto no
quedo de todo claro.


-Pidamos que cada uno describa sus deseos con respecto a los otros, como por
ejemplo, volver a dialogar con algún integrante de la familia con el  que este
peleado, que alguna persona adopte una actitud distinta a la que tenga, etc.


-Solicitemos a la otra parte que describa sus deseos respecto  del familiar en
conflicto.


-Ayudemos a descubrir cuales intereses genuinos se ocultan detrás de las
posiciones que originan la falta de colaboración.