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El secreto encanto de las anécdotas

Muchas personas tienen familiares vivieron cualquier tipo de suceso épico. Más allá de las historias conocidas, podríamos no estar enterados de ciertos detalles que pueden ser, sencillamente, asombrosos.


Muy a menudo, al narrar sus historias, nuestros familiares pueden hacer
referencias a los aspectos “macros” del asunto, sin detenerse en detalles que
consideran insignificantes. Esto es así por que, para ellos, no era extraño que
sucediesen muchos de estos puntos en su vida diaria, aunque a nosotros sí nos
parezcan fabulosos. 


Lo anteriormente señalado, también está implícito en la palabra misma,
“Anécdota”. Esta palabra tiene su raíz en la palabra griega “anekdota”, que
quiere decir “cosa inédita”.

Pero, como señalamos, aquello que para nosotros es
inédito, es decir nunca oído y mucho menos experimentado, para muchos de
nuestros ancestros era moneda corriente en sus duras vidas, y pocas veces se
detuvieron a pensar si a alguien podía llegar a interesarles.


En algunos casos, estas historias eran contadas como algo secundario, y nosotros
mismos no le dábamos la atención que se merecían, posiblemente a causa de otros
intereses que teníamos en su momento.


Sin embargo, en determinado momento de la vida, muchas personas comienzan a
replantearse seriamente la importancia de mantener viva para siempre la
experiencia de las personas mayores, junto con todos sus detalles. Para esto, es
necesario indagar con la máxima profundidad, y, por supuesto, dejar el
testimonio grabado o impreso en algún medio.


Actualmente, a nivel científico, estas historias están teniendo incluso una
mayor importancia que las contadas en cualquier libro de historia, puesto que
cuentan con la experiencia real de sus narradores, y, en muchos casos, pueden
estar mas libres de subjetividades.


Las anécdotas se han transformado además en una parte vital de los antecedentes
familiares, pues además de contar experiencias personales e particulares,
agregan un enorme sabor a todas las historias ya conocidas. Ciertamente, uno
puede llegar aprender más sobre una persona por alguno de sus pequeños actos,
antes que por lo que habitualmente se tiene en cuenta.


A continuación, le ofreceremos cinco sugerencias fundamentales para que pueda
recabar, con más precisión y exactitud, las anécdotas de sus familiares:

1. Las 5 W


Siempre tenga en cuenta aquello que los norteamericanos llaman las “5 W” (Who,
What, Where, When y Why), es decir Quien protagonizó el hecho, Que fue lo que
pasó, Donde sucedió, Cuando pasó, y Por que pasó lo que pasó. Asegúrese de
sacarse todas sus dudas con cada respuesta, o caso contrario, repregunte todas
las veces que lo considere necesario.

2. Sepa encontrar el
momento adecuado


Escoja un buen día o momento para realizar las entrevistas a los miembros de su
familia. Será fundamental que ellos estén bien predispuestos para contar todas
sus experiencias, por lo que será fundamental encontrar el espacio y el clima
apropiado.

En el caso de que ellos sientan a sus preguntas como fastidiosas,
invasivas, o frustrantes (o bien, que usted mismo experimente estos
sentimientos) no insista con el proyecto: solo lograra problemas, pero nada de
avances.

3. Ante todo, la
exactitud


Sepa muy bien como escribir los apellidos, las fechas, los nombres propios
completos, los apodos y los nombres de los lugares. Trate de ser muy minucioso
en todas sus consultas, y no deje pasar detalle por alto. Cualquier error que se
pueda encontrar en cualquiera a de las “5 W”, reducirán la credibilidad de todo
el trabajo entero, más allá de los aciertos. 

4.
Incorpore elementos extras


Cualquier foto, recorte de periódico, objeto, u otra versión de la historia,
deberán ser incluidas dentro de su cuaderno de anécdotas. Si una anécdota le
agrega sabor a las historias, cualquiera de estos elementos le agregan, a su
vez, sabor a la anécdota.

5. Esté pendiente de
todos los detalles


Cualquier pista de importancia que encuentre en la narración de su familiar,
debe ser muy tenida en cuanta, y bajo ningún punto dejada pasar por alto.

Como
hemos dicho, lo que para mucho de nosotros es fascinante, para nuestros
familiares ni siquiera tiene razón de contarse, por lo que, de no pedírselo
especialmente, jamás lo sabremos. Casi siempre, todas las anécdotas tienen,
intrínsicamente, cientos de anécdotas extras.