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Convenios de cuota alimentaria con hijos mayores de edad

Actualmente la mayoría de edad se alcanza a los 18 años y no a los 21, pero la cuota alimentaria continúa hasta los 21…

Una mujer
me consulta, diciendo que tiene dos hijas mayores de edad (más de 18 y menos de
21). Ella tenía un convenio de alimentos firmado hace diez años con el padre de
las chicas de $ 3.000 mensuales.


Actualmente, ese dinero el
padre se lo está dando en forma directa a las hijas
(y es correcto, ya que antes de le entregaba a la madre en su carácter de
representante legal de las menores, pero ahora no hay menores).


Las
jóvenes – muy responsablemente – continúan entregándole el dinero a su madre,
que es quien administra la economía de la casa.


El motivo
de la consulta era pedir un aumento de cuota alimentaria, ya que hace una década
que el monto no se ha incrementado, a pesar del aumento del costo de vida y de
la mayor edad de las hijas.


Aquí nos
encontramos con un problema: esta señora no tiene personería para reclamar el
aumento de cuota alimentaria ya que no tiene más la patria potestad sobre sus
hijas.


Las hijas
tienen una excelente relación con el padre y no tienen el menor deseo de LITIGAR
CONTRA EL.


¿Qué dilema, verdad?



Si
quieren preservar el vínculo, deben aceptar la cuota que el padre ofreció pagar
hace 10 años y no actualizarla nunca más.


Si
quieren pedir aumento porque lo necesitan, porque el padre gana muchísimo dinero
y puede pagarlo, porque ellas gastan mucho más ahora yendo a la Facultad y
saliendo que hace 10 años cuando eran niñas, pierden la buena relación con su
papá o al menos la dañan seriamente.


Concluimos con mi consultante que no íbamos a hacer nada.


Es más,
le dije que tenía la suerte de tener dos hijas responsables que siguen dándole
ese dinero a la madre para que de ahí se paguen sus estudios, la prepaga, el
teléfono que ellas mismas usan, etc.


Me
pregunto – y me preocupa – que pasará con los hijos mayores de 18 años menos
maduros, y que como el dinero lo reciben ellos, no se lo entreguen a la madre
con la que viven, sino que se lo gasten en motos, equipos de audio, viajes de
fin de semana, ropa de marca o lo que sea.


Sospecho
que en esos casos la mujer quedará desprotegida y tendrá que afrontar sola todos
los gastos. Esto
recién empieza, ya que la reforma es reciente.

Colegas y
lectores: ¿cómo están manejando Uds. este tema?

Por Mirta
Núñez

Abogada y
Psicóloga Social

www.mirta-nunez.com.ar

4373-1938