Durante el período de sueño es posible nutrir e hidratar la piel durante un mínimo de ocho horas con fórmulas que no siempre son compatibles con la luz del día, las bases del maquillaje o simplemente porque son productos que tienen excesiva oleosidad para el día.

Es dable recordar dos cuestiones importantes: la renovación celular se incrementa en horas nocturnas y por otro lado los músculos faciales se relajan casi por completo, o sea, no gesticulamos, no hablamos, no parpadeamos, con lo cual la penetración de cualquier principio activo se torna más efectivo.

Sabías que muchos compuestos anti-age se mantienen activos por más tiempo cuando no son expuestos a la luz del sol?

A modo de ejemplo, los retinoides (retinol), que son un principio activo que aceleran la actividad celular, pueden desactivarse químicamente con la exposición solar, por lo tanto perder su parte efectividad durante el día.

Otros aliados anti-age, como por ejemplo las vitaminas C y E, que son excelentes antioxidantes, también pierden su efecto más rápido o se oxidan ante la luz solar o el aire.

Si bien son productos que se pueden usar de día o de noche, el efecto es mayor cuando se aplican luego de la limpieza nocturna.

No olvidemos que tampoco se encuentran expuestas al viento, polución ambiental, calefacción o refrigeración extremas, etc. 

Por ese motivo, lo ideal es colocar para el día una crema/emulsión hidratante que contribuya a retener la humedad en la piel y durante la noche cremas que produzcan un efecto más intenso, cuyos principios activos se mantendrán inalterables.

Por Sandra Marin

Cosmetóloga – Esteticista – Maquilladora
www.esteticasan.com.ar

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