Share on facebook
Share on twitter
Share on whatsapp

Búsqueda de empleo en la mediana edad: superando las arbitrariedades

La discriminación laboral a causa de la edad, es un hecho tan arbitrario como habitual. Por eso, hasta que las autoridades no se decidan a ponerle fin, será necesario que agudicemos nuestro ingenio para superarlo. En esta nota, algunas ideas al respecto

Posiblemente
haya experimentado en carne propia aquello que señalan muchos adultos que han
emprendido la busca de trabajo en la actualidad: el hecho de que a partir de los
treinta y cinco años, existe una gran discriminación por parte de los
reclutadores de empleo.

Ahora
bien, ¿Cómo se puede manejar esta situación? ¿Qué opciones existen para
aquellas personas extremadamente capaces y profesionales, pero a las que muchos
directores de compañías consideraron “viejos” para el empleo?

Frente
a los mitos


El
punto principal, y uno de los más complicados de entender, es la infundada
percepción de que los trabajadores más adultos no son capaces ni están
calificados como sus contrapartes menores. Pero todo esto no es nada nuevo, pues
si se rastrean los avisos clasificados de búsqueda de empleo de décadas atrás,
se podrá observar el hecho de que desde hace varias décadas se viene
privilegiando a lo jóvenes. Claro que nunca en un grado tan alto como en la
actualidad.

En
realidad, esta discriminación tiene mucha relación con el desempleo.
Habitualmente, en los tiempos en los que existe una escasez de trabajadores
calificados, los empleadores suelen dejar de lado sus extraños pruritos, más
por necesidad que por elección, con lo que la discriminación llega a ser
menor.

Pero
la situación económica actual es de recesión e hiper-desempleo, por lo que es
necesario que todos aquellos que estén atravesando la mediana edad, utilicen
algunas estrategias para tener éxito en su búsqueda de empleo, aprovechando al
máximo todas sus habilidades y experiencias. Aquí le proponemos cinco:

1.
En el currículum, límite la descripción de su experiencia a 15 años para un
trabajo de directorio, 10 años para un trabajo técnico, y 5 años para un
trabajo de alta tecnología.

2.
Al describir estas experiencias, incluya sólo las que tengan una aplicación en
la actualidad, y excluya las referidas a tareas del pasado que ya no tienen
ninguna utilidad.
 

3.
Considere confeccionar un currículum funcional para el trabajo al que se
postula, antes que uno simplemente cronológico.
 

4.
Muéstrese animado y flexible, dando al mismo tiempo pruebas de sus habilidades
y logros.

5.
Trate de demostrar cómo le pueden ser útiles los trabajos y la experiencia del
pasado para el empleo al que se postula. Haga especial hincapié en su
compromiso con las anteriores empresas, la experiencia lograda, los éxitos
obtenidos, y todo aquello del pasado que podría significar una ventaja en la
actualidad.
 

Una
de las cuestiones más importantes, tanto en el currículum como en la misma
entrevista, será que se enfaticen
las
habilidades y se minimice el tema de la edad. De esta forma, una vez que el
empleador se haya impresionado de sus habilidades, le prestará menos atención
al hecho de si se tienen canas o arrugas.
 

La
discriminación laboral a causa de la edad, es tan ridícula como injusta. Pero
mientras nuestros gobernantes no empiecen a tomar medidas al respecto, -medidas
que tenemos la obligación de demandarles-, será importante que usemos todos
los recursos que tengamos a mano para convencer a los empleadores de que sus
prejuicios pueden ser no sólo inconvenientes para nosotros, sino también para
ellos mismos, cuando cambien experiencia y profesionalismo por juventud.