Se considera un animal obeso aquel que tiene una excesiva acumulación de grasa corporal hasta el punto de estar un 20% por encima de su peso ideal.
Este aumento de peso ocurre cuando los animales consumen más calorías de las que usan, y puede ser lento y gradual u ocurrir rápidamente, según la diferencia entre al ingesta y el uso de la energía.
Las causas de la obesidad por lo general se inscriben en tres categorías:
*Dieta inadecuada
*Predisposición genética
*Desórdenes hormonales
Prevención de la obesidad en las mascotas
Es importante saber reconocer los signos de obesidad en las mascotas para poder tomar acciones correctivas y evitar así trastornos mayores por el sobrepeso.
La obesidad es el desorden nutricional número uno entre perros y gatos. Según estudios, el 25 % de las mascotas tiene exceso de peso, este peso extra expone a las mascotas a riesgos de enfermedades cardiovasculares, respiratorias y esqueléticas.
Una buena forma para evitarla es mantener a las mascotas en buenas condiciones físicas para prevenir su aparición y posteriores complicaciones.
La dieta adecuada para tu perro
Si bien esta categoría se denomina dieta, la obesidad se atribuye con mayor precisión a la alimentación y el ejercicio no adecuados de la mascota.
Como establecimos antes, el aumento de peso es resultado de comer más calorías que las que usa la mascota, cuando la ingesta de calorías es igual al gasto de calorías, el animal mantendrá su peso corporal.
Si la ingesta excede a la salida, el animal aumentará de peso. Como resultado, existen dos formas para modificar el peso del animal.
La primera es administrarle menos calorías y la segunda es aumentar el número de calorías que usa la mascota aumentando la cantidad de ejercicio que realiza.
Esto significa reducir la cantidad de alimento que recibe el animal y aumentar el tiempo que el dueño pasa caminando o jugando con la mascota.
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