“Importada” desde Oriente, esta dieta es utilizada en pueblos de India y de China, y su origen está directamente relacionado con las carencias de ciertos alimentos. Se relaciona, también, con una filosofía de vida extrema que busca la purificación.

Esta dieta puede causar desnutrición y descalcificación. La alimentación se basa fundamentalmente en el consumo de cereales y legumbres. La principal fuente de energía proviene de los cereales como arroz, trigo y cebada, y de porotos azuqui (presentes en casi todos los platos).

¡Los macrobióticos no comen frutas ni alimentos crudos, y sólo pueden tomar ¼ de litro de agua por día!

En América Latina, este tipo de dieta tuvo su auge allá por los 80, pero ya quedan pocos cultores fanáticos. Generó muchas contradicciones por sus potenciales efectos adversos sobre la salud y muchos la fueron abandonando porque: 

– Se pierde masa muscular.

– A la larga puede provocar problemas leves de desnutrición, que se traducen en una mayor facilidad para sufrir infecciones y en decaimiento.

– La persona que siga este régimen durante algún tiempo puede sufrir diarreas y cefaleas.

Por lo tanto: Sólo es apta para personas muy sanas y jóvenes
Fuente: Mujer Bonita

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