Otro estudio de seguimiento de quienes comen huevos en el desayuno demostró que estas personas comían 331 calorías menos durante el día, en comparación con los que comían cereales y tostadas.

Los investigadores informaron que los huevos disminuyen las hormonas del hambre, mientras que aceleran la producción de las hormonas asociadas con la sensación de saciedad.

AVENA

¿No le gusta desayunar huevos? Entonces puede probar con harina de avena. Es una gran opción para el desayuno, ya que es un grano complejo y tiene cuatro gramos de fibra y cinco de proteínas por cada porción de una taza.

Un nuevo estudio publicado recientemente demostró que la harina de avena sin azúcar aumenta la sensación de saciedad y reduce el deseo de comer más del doble que una porción igual de cereal común.

Los investigadores sugieren que la fibra especial de beta-glucano presente en la avena contribuye a generar estos beneficios anti-hambre.

YOGUR GRIEGO

El yogur griego sin grasa o bajo en grasa es una de las opciones más nutritivas para bajar de peso. Una porción de yogur griego tiene más de 20 gramos de proteínas por taza y es relativamente bajo en azúcares naturales.

Los productos lácteos proporcionan el suero y las proteínas de la caseína, lo que genera un beneficio doble para la pérdida de peso: el suero reduce el hambre a corto plazo, mientras que las proteínas de la caseína disminuyen el apetito durante un largo período de tiempo.

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