Asegúrese de que
existe una razón para cada una de sus renuncias o despidos. Los cortes bruscos
en su currículum vitae serán tomados como una actitud irresponsable.
Si organiza su currículum de una manera más funcional (funciones, logros,
emprendimientos, etc) en lugar de hacerlo de forma cronológica, tal vez estos
saltos queden ocultos detrás de su experiencia. Pero jamás omita un trabajo. El
lapso que existiría entre los otros dos trabajos sería demasiado prolongado y
esto causaría aún mayores inconvenientes.
En todo caso puede
justificar la falta de regularidad con que ¨no había posibilidades de
progreso¨, ¨me ofrecieron un trabajo que cumplía mejor mis expectativas¨, o
¨recorte de presupuesto¨.
Intente guiar la conversación hacia sus logros en los cargos desempeñados, a
estadísticas que lo muestren como un hombre eficaz, proyectos que hablen de
alguien emprendedor.
Cualquiera de estas características eclipsarían una falta de constancia en un
trabajo.
Investigue acerca de la empresa y de los mercados donde operan. Si hace un
despliegue de conocimientos necesarios en el puesto, dejarán de lado todo lo
demás.
Si le hacen preguntas acerca de su inconstancia en los trabajos, responda con
sinceridad y seguridad. Si piensan que se avergüenza de lo que hizo, supondrán
que ha sido por algo que lo descalifica como empleado.
Sea directo y conciso, sin demasiadas explicaciones. Además, intente conseguir
cartas de recomendación de sus antiguos jefes o empleadores. De esta forma,
cualquier duda será aclarada.
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