Las personas mayores al no convivir con un familiar directo
como puede ser un hijo, tienden a sentir mucha confianza en las personas que lo
cuidan, por la propia soledad en la que viven.

Claro está que no ocurre en todos los casos, pero si en un
gran porcentaje por mas cuidados que nos den, algunas personas tienen otros
intereses.

Es muy habitual por ejemplo, que se ofrezcan a hacer un
trámite y pidan documentos o tarjetas con sus datos. De esa manera, se abusan de
la confianza de la persona que se encuentra necesitada.

Otro posible aprovechamiento para cometer delitos con
personas mayores es la mentira ofreciendo un servicio del que necesitan a bajo
costo.

Sino, existe cierta gente “especializada” en hurtar pidiendo comida. Incluso no
lo hacen la primera vez que piden dinero o comida. Lo hacen reiteradas veces,
toman confianza con el dueño y en cuanto ven la oportunidad, roban.