Estábamos en una gran sala de fiestas o disco -como la queramos llamar-, tú entrabas al local, te observé durante unos minutos y vi que estabas acompañado por una bella mujer.
Parecías indiferente a todo y a todas pero enseguida me di cuenta de que no era así. tenias ganas de provocar, y coquetear con las chicas que estábamos allí.
Para mí era un reto, pero no imposible de superar, me gustaba la situación: tú todopoderoso acompañado por bellas chicas, y yo solo quería que te fijaras solo en mi. “Como pueda lo intentaré” me dice el corazón.
Yo llevaba un vestido verde de encaje transparente muy sugerente y provocador, sabía que no era ni la mas guapa ni la mas joven de la fiesta, pero sí era la mas sexy.
De manera que me fui colocando delante de ti en la barra y sacando culito para que notaras mi presencia, no sin antes quitarme el tanga y dejar todo al descubierto solo con mi vestido súper romántico verde de encaje y tul.
Me hice notar con movimientos evidentes que tú percibiste de inmediato. Me coloqué paralelamente a ti pero dejándome caer sobre la barra, la música era enloquecedora.
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(contenido reservado para mayores de 18 años).
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