Estuve
unos días alejado de la computadora, porque, a invitación de otro
jovato,
ex-compañero de vuelo, también jubilado (pero con el doble de lo que yo cobro)
me invitó a una reuniones de ex-practicantes de judo, en un Instituto en el que
él, a los 60, es instructor.
De más está decir que fui. Todos tipos de mi edad, que llevaban más de 20-30
años con el judo. Pero, para emparejar, todo el mundo usaba cinturón blanco
(yo llegué solamente al marrón, no al negro), como principiantes. Yo, a
algunos los conocía, y empecé bien de abajo, con mucha gimnasia (abdominales,
caídas, etc.) que me puso bastante a punto.
Desgraciadamente, un día había que hacerlo en serio. Me tocó de compañero un
tipo a quien no reconocí de entrada, pero, después, al reconocerlo, me resultó
en ex-instructor de la Policía Federal ! Nos conocíamos de hace 30 años. El
tiene unos 60-65.
Anduve bien de entrada. A 3 caídas, lo tiré una. Pero en la última, no creí
que me tiraba, hice un mal movimiento, me descoloqué, y me tiró con tal mala
suerte que, en lugar de caer sobre el brazo derecho y el hombro, para rotar y
pararme, puse la mano, con lo que medio me disloqué la muñeca derecha.
Tanto yo como mis compañeros decidimos que era sólo algo mal colocado. Nada
roto. Volví a casa, me puse hielo un rato, y así estuve 1½ día. Después,
venda elástica por unos días.
De
modo que ahora les aviso que vuelvo a estar en carrera, con muñequera, pero
funcionando. Y que he renunciado al judo (al menos, hasta que me pique el
bichito de nuevo: no por nada lo practiqué 7 años).