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Las verdaderas claves para una buena madurez

Según se desprende de un largo estudio llevado a cabo por investigadores estadounidenses, los factores que propician una buena calidad de vida en la madurez son bastante diferentes a lo que se cree. Aquí, los resultados de esta investigación

Pero
no sólo es una pareja sana lo que puede llevar a un buen envejecimiento. Sucede
que el amor en todas sus formas juega un papel mayor, aunque tener padres
amorosos no es tan esencial, afirman los expertos. De hecho, puede haber tomado
mucho tiempo, pero a la edad de 75, los participantes del estudio con una niñez
triste eran generalmente capaces de vencerlas y la misma ya no era peor, en términos
de salud ni de ingresos, que sus coetáneos con una niñez feliz.

Al
igual que sucede con el dinero, no es demasiado importante tener una buena niñez
a una edad avanzada, ya que algunas personas logran encontrar otras soluciones
ingeniosas. De hecho, tener alguien que lo adore, no es 
tan importante como lo que se hará con ese amor.

La importancia de una buena educación

Otros
sorprendentes resultados del estudio llevado a cabo, incluyeron la importancia
de la educación universitaria, lo cual fue subrayado claramente por la inclusión
de la población del interior de la ciudad, que venía generalmente de familias
pobres y con baja educación formal.

Mediante
el estudio se pudo ver que, simplemente por el hecho de asistir a una
universidad, ello significa que un individuo tiene una oportunidad más grande
de envejecer exitosamente que alguien que hace no lo hace. Por eso, se pudo ver
que la importancia de la educación es superior a la de la clase social y el
dinero, e incluso la inteligencia, como una variable crítica para llegar a una
madurez exitosa.

Se
cree que esto es así por que la educación contribuye a un mejor cuidado del
ser, a la perseverancia, a adquirir habilidades mediante la información, así
como también a aumentar los ingresos.

Otra
revelación sorprendente, fue que la genética no juega un papel significativo
para alcanzar una vejez madura, ya que no se pudo encontrar una correspondencia
entre los modos de vida que presentaban las personas y sus antecedentes genéticos.

En
efecto, no son los genes sino la disposición la que ayuda a llegar a una
madurez feliz, y como efecto secundario, se pudo observar que las personas
felices tienden a ser financieramente más exitosas en la vida. Incluso, las
personas que son felices son las que dan a los otros y están dispuestas a hacer
algo por los otros. Tales personas, tienden a avanzar a posiciones con
responsabilidades y recompensas más grande.

Esto
es, estadísticamente, mucho más importante que la clase social de la que se
proviene y las diferencias de movilidad social.

Incluso,
agregan los expertos, nacer en una familia rica no indica que una persona será
financieramente exitosa por si misma. De hecho, los especialistas sostienen que
si uno mira las familias a través del tiempo, se podrá ver que las mismas
cambian mucho en las diferentes generaciones.

La
pregunta que a este estudio le queda por contestar, es qué es lo que le da a un
individuo los mecanismos para querer bien y para tratar bien con los conflictos,
es decir los dos mayores factores para envejecer.



Otra
pregunta que queda pendiente es la referente a la naturaleza del proceso de
maduración. Se pudo ver que los mejores alumnos de las escuelas no consiguieron
todo lo que querían mientras que otros, que eran verdaderos desastres en su
secundaria, terminaron en la adultez siendo muy maduros e incluso grandes líderes.


La esperanza de una vejez feliz

Por
supuesto, el problema de estos descubrimientos es que ellos revelan cuales son
las actitudes claves para un buen envejecimiento, pero ciertamente es más fácil
cambiar la dieta antes que cambiar la predisposición ante la vida. Lo que es
clave, es que las chances favorecen casi siempre a una mente preparada. Por eso,
si se aprenden algunos parámetros de vida, todo será mucho más fácil.

Para
quienes están todavía a varias décadas de la vejez, los expertos señalan una
cosa que pueden empezar a hacer para tratar de cambiar el resultado de sus
vidas, especialmente si son muy cascarrabias. Esto es empezar a leer biografías.

Sucede
que si se quiere comenzar a cambiar desde uno mismo, lo más sencillo deberá
ser dejar de leer libros sobre como envejecer bien, escritos por gente joven, y
hacer una lectura acerca de cómo envejecieron bien las personas que, en efecto,
lo han hecho.

Si
se tienen buenos sentimientos acerca de la madurez, seguramente se tendrá razón.
Esto es así por que, según otro grupo de investigadores, aquellas personas que
tuvieron expectativas más positivas sobre el envejecimiento a los veintitrés años
acabaron viviendo siete años y medio más que quienes tenían expectativas
menos positivas, incluso cuando los resultados se controlaron para incorporar
una gama de otros factores que afectan la longevidad. En otras palabras, esperar
una buena vejez, ya será un buen paso para lograrla.