Las empresas
cada vez son más exigentes a la hora de contratar a un empleado. Por eso
utilizan diversas herramientas que les permitan estar más seguras a la hora de
tomar a alguien.

Una de estas
herramientas son los tests psicológicos o psicotécnicos. Pero ¿para qué sirven?

Los tests
sirven para poder evaluar a una persona en función de un determinado perfil de
puesto que se busca. Se utilizan para determinar todas aquellas aptitudes,
potencialidades, competencias y motivaciones que la empresa requiere.

Sirven para poder conocer al entrevistado en otros aspectos que los que se
buscan en las entrevistas técnicas.

Muchas veces ocurre que alguien tiene experiencia suficiente para desempeñarse
en un cargo, pero su personalidad no es la adecuada para el perfil que la
empresa busca.

Al ser una evaluación más esto pone intranquilo al entrevistado, que está a la
expectativa frente a alguien desconocido que puede definir su futuro. Por eso el
entrevistador trata de que el candidato se relaje y no sufra en la entrevista.
Lo mejor es que la charla sea amena y que el postulante se sienta cómodo frente
a su interlocutor.

Diferentes tests psicológicos

Se puede
hacer una división entre los tests psicométricos y los proyectivos.

Los primeros
suelen utilizarse para evaluar los aspectos intelectuales o los recursos que la
persona tiene en ese campo para cumplir una determinada tarea.

Mientras que los otros sirven para inferir cuestiones relativas a las
características de la personalidad.

La preparación del entrevistado

En estas
instancias, lo mejor es no prepararse. No tener respuestas estereotipadas y
esperables, sino ser creativos, espontáneos y sinceros.

Lo mejor es ser como uno es. Esa es la mejor forma de resaltar las cosas
positivas que uno tiene y también de asumir las propias debilidades.

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