Cuando una pareja lleva más de un año
teniendo relaciones, sin ningún tipo de anticonceptivo y no ha logrado
embarazarse, se considera que hay un problema de infertilidad en la pareja.

Cuando esto sucede, se estima que una de
cada 3 veces es un problema de fertilidad del hombre, una de cada 3 veces es un
problema de la mujer y el porcentaje restante se debe a un problema de
fertilidad de ambos. Es decir, que las probabilidades son las mismas.

La infertilidad masculina se puede deber
a diversos factores físicos y emocionales. Normalmente se asocia a la
criptorquidia, que es cuando el niño nace con los testículos no descendidos y es
posteriormente operado.

Otra causa frecuente son los llamados
varicoceles. No son más que dilataciones de las venas que afectan la producción
de espermatozoides.

Existen otras causas, como pueden ser
medicamentosas, de radiación o causas idiopáticas, que no vamos a poder
encontrar el origen.

La infertilidad puede ser concebida como
primaria, que es cuando la pareja nunca logra concebir o secundaria, que es
cuando luego de tener su primer hijo no logran embarazarse de nuevo.

Hay ciertos factores que pueden aumentar
la fertilidad del hombre. Los más frecuentes son la quimioterapia o
radioterapia, las toxinas ambientales o el consumo excesivo de alcohol o drogas.