Tu bebé ha logrado reconocer tu olor y tu voz desde su nacimiento —convengamos que esta es la manera en la que obtiene la comida—, pero alrededor de los dos meses comenzará a conocerte también por la vista.

Asimismo, esta es su primera oportunidad de ofrecer una sonrisa social, de modo que puede que muestre una sonrisa amplia ni bien pueda formarse la figura de tu rostro.

En un primer momento, el recién nacido será únicamente capaz de identificarte cuando te encuentres en un sitio familiar, como su dormitorio o la cocina.

Pero a los cuatro o cinco meses, podrá identificarte en otros contextos, por ejemplo, al dar una caminata por el parque.

Para ayudar al proceso:

• Sonríele cada vez que sus ojos se encuentren. Esto no sólo estrechará el vínculo sino que también le ayudará a recordar tus características amistosas.

  Y, en cualquier caso, procura no sentirte herida si el bebé se vuelve rápidamente —los recién nacidos sólo prestan atención por breves períodos de tiempo. 
   

• Juega al Cu cú. Una vez que haya memorizado tu cara, el bebé se deleitará al ver tu rostro descubrirse una y otra vez.  

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