Sólo fue un sueño: disfrutabas de una suave caminata y del poder purificador de aire que sólo un césped puede ofrecerte cuando está bien fertilizado —es decir, a tiempo y con las fórmulas adecuadas—.

Ahora, caminas descalzo sobre el césped —seremos lo suficientemente generosos para decirle así— de tu jardín, y las muecas de dolor se suceden en tu cara. Sacas una pluma y agregas la palabra “fertilizar” en tu lista de tareas anuales. 

Dieta cetogénica customizada

Instrucciones 

1.      Fertiliza cuando el césped esté creciendo activamente; no lo toques cuando no esté activo. El fertilizante no puede hacer que el césped crezca cuando las condiciones ambientales (temperatura, agua, luz) no son las correctas.

  1. Fertiliza para satisfacer las necesidades de tu césped. Deja que el césped crezca y córtalo una o dos veces antes de aplicar la fórmula fertilizante en primavera.
  2. Elije un fertilizante de césped hecho para tu tipo de hierba. Lee la etiqueta para asegurarte que esta clase de hierba esté en el listado (bluegrass o zoysia, por ejemplo) y ve cuán a menudo puedes usarlo.

4.      Utiliza fórmulas de “nuevo césped” o “iniciadores” para aquellas gramas que posean menos de dos años. Podrás apreciar el efecto adelgazante que producen en las primeras estaciones.

  1. Elije fertilizadores granulares de acción prolongada para céspedes asentados —proveen una cantidad consistente de nutrientes durante las etapas de crecimiento más rápido de la hierba—.

    Asimismo, evita fertilizantes que contengan un solo ingrediente (nitrógeno o potasio) al menos que una prueba de suelo indique que deberías aplicarlo.

  2. Pide prestado o compra un esparcidor de fertilizante y asegúrate de entender cómo calibrarlo. Evita usar productos con partículas grandes en los esparcidores giratorios.

    Los productos que contienen partículas grandes son más adecuados para esparcidores por goteo.

  3. Debes estar al tanto de que los fertilizantes solubles en agua no duran por mucho tiempo en el suelo, por lo que deberás reaplicarlo según las instrucciones en la etiqueta. Atomiza con cuidado, cubre cada sección sólo una vez para evitar la sobrealimentación.
  4. Fertiliza, al menos, una vez más durante la temporada de crecimiento, y aplica una fórmula invernal en el inicio del otoño.

    En cualquier caso, no te preocupes si te olvidas de esta aplicación —la investigación dice que una vez al año, en el momento que te acuerdes, estará bien para una gramilla bien establecida—.  

El esparcidor

·         Lava siempre el esparcidor después de cada uso.

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