Al
igual que los seres humanos, los perros cuando son cachorros también tienen
dientes de leche y cuando llegan a cierta edad los cambian.
En los
perros se da la particularidad de que desde un principio poseen 24 dientes, ya
que en su juventud carecen de premolares. Y van cambiando su dentadura entre
los cinco y nueve meses de vida.
Mientras
los humanos adultos cuentan con 32 piezas, ellos cuentan con 40. Salvo en lo que
respecta a la
cantidad, sus dientes son parecidos a los nuestros ya que poseen cuatro colmillos,
doce incisivos, dieciséis premolares y ocho molares.
La
diferencia está en que los humanos al cambiar los dientes sufren y se nota el
cambio, en cambio en los cachorros no nos damos cuenta porque incluso se tragan
la pieza dentaria que cambian.
Aunque
el sufrimiento es el mismo para los perros.
Para mitigar el dolor que causa la aparición del diente definitivo, los perros
comienzan a roer todo lo tienen a su alcance para calmar el dolor.
Muchas veces si sufre mucho, deberá
intervenir el veterinario para remover el diente de leche y darle paso al
crecimiento del definitivo.
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