Un ambiente puede estar muy
bien pensado, con el equipamiento adecuado, accesorios armoniosos y una buena
iluminación. Desde las más costosas a las más simples ambientaciones, lo que
verdaderamente crea el “clima”o la atmósfera sensorial es el color.
Por eso cualquier
profesional del Diseño Interior sabe que el color es uno de los elementos más
importantes de una decoración.
Está presente en la
naturaleza, en las formas, en los objetos. Brinda volumen, profundidad y
personalidad.
Al ser un elemento que tiene
cualidades físicas de temperatura e intensidad, puede dar calidez, serenar o
resaltar las sensaciones visuales en donde se encuentra ubicado.
Pero si se desconocen
ciertas características su utilización puede ser contraproducente: cuando se
abusa de tonos saturados o demasiado “pesados” visualmente, o cuando por temor
se colocan tonos demasiado neutros generando ambientes aburridos.
Para evitar estos errores, y
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