Y nuestros
espectadores sienten nuestra falta de Interés en lo que estamos comentando o
brindando como información.

Por ejemplo si hablamos
acerca de lo atractivo que puede ser un trabajo o un cuadro para nuestros
alumnos y hablamos de determinado artista, como Picasso. Pero si a mi no me
apasiona el arte, o no sé mucho de ello, hay mayor posibilidad de que la gente
se disperse, y no me preste atención.

Es muy difícil lograr o
captar la atención de un público selecto, pero también es parte de una rutina y
del aprendizaje, las charlas que se pueden brindar, quizás pueden estar
emparentadas con el estilo de personas que sabemos que nos están oyendo.

Por
ejemplo, si queremos hablar de temas de Interés General, esta en nosotros
generar un tipo de charla relacionada con lo que la gente verdaderamente busca
conocer.

Si no sabemos lo que las personas quieren saber, o no
hemos hecho una investigación de mercado previa, primero sabiendo lo que
nosotros queremos transmitir y cual va a ser el público que este orientado para
lo que estamos brindando. No llegaremos a buen puerto, o nos costará trabajo.

Para dar un discurso, y
buscar las personas adecuadas para oírnos, debemos:

– Buscar cuales son nuestros
intereses, para brindar una charla amena.

– Informarnos por medio de
artículos y/o libros para complementar y ayudar en la charla que daremos.

– Ser dinámicos en la manera
de brindar información.

– Ser empáticos –habilidad
que debe aprenderse- con nuestro público, antes estudiar lo que verdaderamente
le interesa y si es parecido a lo que nosotros estamos brindando.

A veces las personas tendrán
diferentes intereses en su búsqueda de información, pero lo importante es lograr
un discurso con el cual la mayor cantidad de personas pueda sentir que está
buceando dentro de parecidos intereses.

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