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Cómo hacer para evitar conflictos sobre la crianza de los nietos

Como abuelos, se nos plantea una gran disyuntiva al ver la forma en que nuestros hijos u otros parientes crían a nuestros nietos. Por un lado, no deseamos interferir demasiado, y por otro, deseamos transmitir nuestros valores y cultura. Aquí, algunas claves para manejar esta situación.


Sus hijos no están solos en las decisiones que deben tomar para
criar a sus
nietos
. Ellos tienen una pareja. Son parte de un gran grupo de tías, tíos, e
incluso otros abuelos.

Muy posiblemente encontrará que su cultura y valores son
muy diferentes del de las tías, tíos, y abuelos, de su nieto, para no hablar del
otro padre. Estas diferencias son a veces pequeñas. Pero, ciertamente, también
pueden haber grandes discrepancias en relación a cómo viven los hijos,
especialmente cuando se combinan diversos valores y culturas.

En
primer lugar, debe tener en cuenta que si los chicos tienen muchas personas que
los aman y los cuidan, no habrá mayores problemas con respecto a estas
diferencias, ya que el objetivo de todos siempre será la buena educación y
progreso de los niños. Y de hecho, la diversidad puede ser realmente muy sana y
conveniente.


Tomemos como ejemplo las cenas diarias. Ciertos padres son absolutamente
formales. Dan de comer a sus hijos bien temprano y los mandan a acostarse antes
de que ellos coman su propia comida, diferente de la de sus hijos.


Esto es ciertamente muy diferente a otras familias, donde se le da la bienvenida
los niños en todas las comidas, los alimentos son generalmente preparados para
gusto de chicos y grandes, y los chicos suelen tener la libertad para elegir
cuando quieren llegar o retirarse.


Vemos aquí dos tipos de costumbres. Una muy conservadora, donde se mantiene a
los hijos en lugar muy definido dentro del entorno familiar, y otra más
progresista, donde se invita a los chicos a formar parte por igual de toda la
familia, teniendo un peso propio en las decisiones de cuando y que se va a
comer.


Como abuelos, podemos identificarnos con alguna de estas dos posturas, pero ello
no quiere decir que esa sea la correcta.

Sin embargo, podemos inculcares nuestra
propia visión a los niños cuando ellos vengan a nuestra casa, lo cual será muy
beneficioso para ellos, ya que podrán ver diferentes tipos de valores y saber de
esta forma, sin ningún tipo de obligación, que es lo más valioso para ellos.


Hace un tiempo nos llegó a la redacción el caso de un abuelo cuyo hijo se casó
con una mujer de origen asiático. Su lenguaje, muchas de sus costumbres, algunos
de sus valores y también su religión, eran totalmente diferente a los nuestros.

Sin embargo, esta persona nos contó que todos pudieron aprender de las
diferencias, y que por lo tanto sintió que sus nietos tenían lo mejor de los dos
mundos, con sus más lindas culturas y valores combinados.


Los niños se adaptan fácilmente y pueden entender rápidamente que es lo mejor de
cada cosa. Por tal razón, no es necesario que se preocupe si “otros” parientes
de su nieto se diferencian en sus actitudes, culturas, religión, estilos,
valores, comportamientos, e incluso lenguaje, si es que el amor de ellos hacia
los niños está presente. Lo importante será sólo que ellos también busquen el
bien de los pequeños.


Sin embargo, y como vimos anteriormente, es importante hablar con sus hijos
sobre las reglas, las regulaciones, las culturas, y los valores que usted elige
y eligió para criarlos a ellos mismos.


Debe recordar, por supuesto, que usted sólo les marcará una senda, pero que en
definitiva son ellos quienes elegirán el camino (es también importante que estas
opciones sean respetadas por varios parientes).


Mientras tanto, usted puede invitar a sus nietos a su casa y hacer que ellos se
sienten en la mesa de su casa a una determinada hora (y no más tarde), o bien
dejarlos compartir con usted la sobremesa, sin necesidad de que se vayan a
dormir tan temprano. Esa será su forma de contribuir con su educación.