En ciertas oportunidades se debe decir no a alguien. Sin embargo no es un problema tan fácil de resolver. La culpa es uno de los factores fundamentales que hacen que siempre se ceda y se termine accediendo a un pedido o situación con la que no se está de acuerdo o se sabe que a la larga traerá peores consecuencias.

"Expresar lo que se siente por más que el otro no esté de acuerdo es un derecho y una obligación de todo ser humano.

No por decir lo que se sienta o piense se será mejor o peor persona. Es importante que sobre todo los padres prediquen con el ejemplo ya que las situaciones de abuso de buena voluntad se dan en la infancia y luego el ceder constantemente es una conducta que se aprende.

La formación del carácter es vital para hacerse respetar", sostiene la socióloga chilena Patricia Delberque.

A tener en cuenta sobre el arte de decir no

• Quedarse callado cuando se quiere expresar una opinión es tan dañino como siempre acceder a una respuesta esperada por el otro
  
• Se deben establecer límites desde el comienzo. Fijar una posición es importante para que no se reiteren situaciones incómodas
  
• Las excusas para intentar justificar por qué se dice que no, son una mala opción. Hay que ser sinceros, directos y terminantes, en otras palabras, hay que saber como decir que no.

  No es tarea sencilla negarse a algo con un familiar, hijos, amigos, compañeros o jefes de trabajo. Hay que valorar los aspectos positivos y negativos de la respuesta
  

• Tomarse el tiempo para reflexionar la contestación ayuda en muchos casos a no precipitarse
  
• La educación es fundamental cuando se va a decir que no. Uno está en todo su derecho de negarse a algo, pero siempre debe hacerlo con respeto y diplomacia
  
• No hay que culparse porque no se está haciendo nada malo
  
• Proponer otra solución resulta una buena alternativa cuando no se puede cumplir con el requerimiento de alguien
  
• Las mujeres son más vulnerables a aceptar solicitudes que no quieren llevar a cabo (en su vida laboral o personal). Si se tiene suficiente confianza con el interlocutor, lo mejor es ser sincera y directa. Es un ejercicio que hay que practicar porque si se cede una vez, luego se hará un comportamiento habitual y cada vez será más difícil encontrar una salida.  

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