Prevención de la meningitis bacteriana

Hay mucho que puedes hacer para proteger a tus hijos de la meningitis. De hecho, la vacuna contra la meningitis ayudará a prevenir la gran mayoría de los casos.

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Asimismo, tus hijos también pueden dar ciertos pasos para fortalecer su sistema inmunológico y prevenir la dispersión de la enfermedad.

Evita diseminar la meningitis

No puedes contagiarte de meningitis en forma casual, como por respirar el aire que ha exhalado una persona infectada. Esta bacteria no vive fuera del cuerpo humano.

Sin embargo, sí puedes contraerla a partir del contacto cercano o prolongado con una persona infectada.

La bacteria que causa la meningitis bacteriana vive en la parte posterior de la nariz y la garganta, y está presente entre el 10% y el 25% de la población.

Una buena higiene personal es fundamental para evitar la propagación de la afección:

Recuerda que una persona con meningitis bacteriana puede seguir contagiando incluso 24 horas después de haber comenzado un tratamiento con antibióticos.

Si una persona con meningitis ha expuesto a tu hijo en contacto con la enfermedad, pregunta al doctor si es necesario comenzar a ingerir antibióticos. Hacerlo por algunos días puede ayudar a prevenir que el adolescente contraiga la enfermedad.

Fortalece el sistema inmunológico

Mantener un sistema inmunológico saludable ayuda a prevenir la susceptibilidad a un amplio rango de enfermedades.

Asimismo, también puede ayudar a prevenir la infección de los virus y las bacterias que ocasionan la meningitis.

Ésta es sólo una razón más por la que tus hijos pueden beneficiarse de:

Protégelos con la vacuna contra la meningitis

La infección por meningogoco es la principal causa de la meningitis bacteriana en adolescentes y adultos jóvenes.

La vacuna antimeningocócica está recomendada en los siguientes casos: 

¿Tu hijo planea ir de campamento? Asegúrate que esté vacunado contra la enfermedad por meningococos antes de partir.

El contacto cercano con otros chicos en el campamento puede hacer que los riesgos de contraer la patología se incrementen sensiblemente.

Lo mismo es recomendable cuando en lugar de carpas se utilicen dormitorios escolares para pasar las noches.

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