¿Qué es
la “doorphobia”?
La “doorphobia” implica tenerle miedo al lujo y a las grandes marcas (de ropa,
por ejemplo). Muchas personas experimentan esta sensación, también conocida
como inhibición a entrar, cuando pasan frente a un local de estas marcas
importantes.
Este
fenómeno sucede sobre todo en las grandes capitales del mundo, en personas que
directamente se niegan a entrar en los locales, cuando en cambio no tienen
problemas en entrar a otros de marcas menos conocidas aunque no compren nada.
¿Cuáles
son las causas?
Muchas,
y dependen de cada persona: inseguridad, miedo, inhibición, fantasías.
Este
tipo de fobia social va más allá de una simple negativa a entrar a un local
lujoso. En realidad, la fobia sale a la luz cuando se evita entrar aunque se
tengan intenciones serias de comprar. La persona se siente hasta inhibida de
entrar a mirar. Esto se debe a un rasgo de ansiedad social: temor a ser
evaluado negativamente por los demás. Puede ser que la persona padezca de una
autoestima baja o inseguridad.
Muchas
veces los propios vendedores inhiben a la persona que quiere entrar. Al estar
perfectamente alineados y trajeados es como que con la mirada le dicen al
cliente “usted no puede comprar esto, es muy caro para su estilo de vida”. Esto
es lo que sienten las personas que sufren de esta fobia.
Pero en
realidad ¿qué hay detrás de los productos de lujo?
Un
producto de lujo no es como cualquier producto de consumo. Los productos de
lujos se compran con los ojos, pero el problema es que las grandes marcas crean
fantasías de que son inalcanzables. Y las mismas marcas deben a su vez mantener
esa exclusividad y lujo que las diferencia de las demás.
La
estrategia de algunas marcas para combatir esta situación es no poner los
productos más lujosos en las vidrieras para que la gente no tenga miedo de
entrar. Y sus vendedores están vestidos más casual y se muestran muy
amables y cálidos con los clientes.
Tratamiento
Lo
primero que hay que hacer es sobreponerse a todos esos sentimientos y entrar al
local. No dejarse vencer por las fantasías que esa marca causa en nosotros.
Por el
lado de las marcas, una tendencia para terminar con estas fobias es construir
locales amplios, con vidrieras que dejen ver todo desde afuera, o lugares
abiertos en malls o duty free. La gente tiende más a entrar en estos lugares
porque se sienten iguales a los otros clientes, aunque no compren nada.
En casos extremos se puede tratar con diversas terapias: una terapia
cognitiva-conductual que se focaliza directamente en el problema; también hay
talleres y terapias grupales que
trabajan en el “campo” de acción para combatir esos trastornos de
ansiedad.
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