Es verdad. Preparar un té no lleva tanta preparación ni
tiempo como cualquier receta de comida, pero si tiene sus secretos como
cualquiera de ellas.

Al prepararnos un té por las noches, sea verde o cualquiera,
lo hacemos prácticamente de memoria y sin importarnos “detalles” como la calidad
de las hojas (ni que hablar si lo haces con saquito pre envasado), la
temperatura del agua, el tiempo y demás.

El modo de preparación es simple:

1. Colocar las hojas en una tetera

2. Preparar agua caliente y servirla en la tetera.

3. Aguardar cierto tiempo y servir.

Si bien esto es repetitivo, hay ciertos factores que pueden
variar el método.

Existen 6 tipos de té verde, que difieren en su modo de
consumo:

Además, si eres quisquilloso debes escoger correctamente el
agua a utilizar, así como los utensillos.