Las personas en la tercera edad tienen
mayor dificultad de adaptarse a los cambios, por lo que a ellos el duelo marca
su vida emocional.
En esos momentos de su vida, muchos
muestran un deterioro en la masa cerebral. El cerebro es el que nos da memoria,
atención, personalidad, postura del cuerpo, etc. y por eso la reacción va ser
diferente que en personas de media edad o jóvenes.
Las mujeres al quedar viudas se sienten
dolidas, e incluso, sienten cercano su propio fin. Los hombres, por su lado se
sientes desprotegidos e desorientados. Mas allá de esto, cada uno reaccionara
según su personalidad.
Si este dolor, se prolongase demasiado,
sería un indicio de que está sucediendo algo raro. ¿ Cómo intervenir para
ayudar?
Primero, hay que dejarle espacio a la
persona, darle unos días. Luego la familia o los más allegados deben intervenir,
rodeando a la persona afectuosamente pero no exigiendo que cambie y reaccione.
Hay un grupo de personas que no aceptan
que su pareja ha muerto. En estos momentos es cuando se sufre de una demencia
senil.
Para lograr afectar las perdidas, el
entorno debe ayudar en el proceso: guardando la ropa, fotografías, irse de
viaje, hacerlo sentir importante, comunicarse.