Cómo hacer que los niños no digan malas palabras

¿De qué manera lograr que los pequeños no insulten ni en el hogar ni en ningún otro ámbito? Consejos prácticos para padres


En muchas ocasiones, los niños dicen
malas palabras, pero no saben realmente el
significado de las mismas. “Los menores aprenden por imitación ya sea porque
los mismos padres mencionan palabras que no son correctas o las escuchan en el
colegio, en otros ámbitos que suelen frecuentar o las escuchan en la televisión
”,
comenta la psicopedagoga española Leticia Vidal Fernández.


Es importante reaccionar del modo adecuado cuando los niños mencionan estos
vocablos inapropiados:


1.- Dar el ejemplo es de vital importancia. “Si los padres no dicen malas
palabras, es muy difícil que los hijos las digan. Si por alguna razón se escapa
algún comentario indeseado, hay que asumirlo como algo natural, pedir disculpas
y dejar en claro que se ha incurrido en una equivocación
”, aconseja la
especialista.


2.- No se debe festejar la mala palabra que diga el niño, pero tampoco
horrorizarse. “De la manera más natural hay que explicarles que la frase que
ha dicho no es la adecuada y que se puede decir de otra manera.

Darle
un ejemplo y facilitarle otra manera de expresarse. Es conveniente no volver a
mencionar el tema, no hablar de ello más de la cuenta ni mencionarle lo sucedido
a otros integrantes de la familia cuando lleguen a la casa.

Si el pequeño intuye que se le da mucha importancia al tema, lo podrá
utilizar a su favor. Los niños por más pequeños que sean son muy astutos y
tienen la intuición a flor de piel
”, explica la psicopedagoga.


3.- Hay niños ya mayores que a pesar de estas sugerencias continúan diciendo
malas palabras. “Es una situación desagradable ya que nada peor que una
persona insultando todo el tiempo delante de sus familiares, amigos o extraños.

Si esto ocurre, hay que implementar castigos y los padres deben tener en
claro que deben cumplir con aquello que mencionan. De este modo, el hijo irá
aceptando aunque no le guste dónde están y cuáles son los límites”,

argumenta la experta.


4.- Es importante poder felicitar al niño si ha logrado en una situación de
enfado, poder expresarse sin insultos ni agravios. “Ver que lo está haciendo
bien le dará mayor confianza y autoestima
”, destaca Vidal Fernández.


5.- Si hay que llamarle la atención al niño, lo mejor es esperar a estar en el
hogar y a solas con él. “Dejarlo en evidencia es lo peor que se puede hacer.
No es buena manera el predisponerlo mal ante las situaciones difíciles
”,
explica la especialista.


6.- Si los padres advierten que el niño utiliza un vocabulario sucio solamente
para llamar la atención, lo mejor es ignorarlo. “Tarde o temprano se cansará,
pero hay que tener paciencia ya que puede ser un proceso no muy agradable, pero
que hay que superar
”, finaliza diciendo la profesional.

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