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El corneta del alucinado

y más poesías…

Las caricias son indispensables para la subsistencia y el bienestar<br /> psicológico

 

A Lily: la única
que pudo ver al cuco cuando voló sobre el nido

En
el sótano donde vengo a dormir

se
sorprenderá usted si le cuento

que
lo diferente aún me persigue

No
me canso de guardar

lo
que aparece en los rincones

La
mejor manera de iniciarlo todo

es
cuando sabemos que lo poco usual

ha
quedado pendiente bajo la casa

Mi
niño juega por todas partes

Lo
veo en el comedor, en mi sala

en
la pequeña biblioteca

hojeando
los libros

que
nadie me anima a leer

donde
el espectro con nombre propio

pone
su trampa

Hay
una marca

en
el silencio

Una
niebla

en
la que nada ocurre

Un
sueño

que
mi amiga no pretende descifrar

Una
acusación

de
mendigo pendiente a ventilar

Una
raza perfecta

ignorante
del pecado

Monasterio

donde
me guardan de la infamia

de
una lámpara de aceite

y
una llama que no calienta ya

en
el triángulo de los sabios

En
el portón

laberinto
que lleva a todas partes

cuando
pretendo escapar de lo bueno

porque
no puedo escuchar

me
vuelvo

De
aquí no se sale

-murmura un
escudero

de
aquí no se sale

TAMBIEN
CON ALGUIEN

A
mi amigo, Lázaro y Casanova, el pintor

También
a la hora equivocada

se
escribe

se
transforma lo que no cambia

se
ruega sin un ápice de bondad

se
espera un retorno

También
mañana

sigo
pensando en todos

En
algún lugar

donde,
aún pidiendo

no
recibo más

Por
la calle pasa una muchacha

y
es rubia

tropieza
atareada

y
está en mi cuarto

y
a la vuelta de la esquina

encuentro
a mi amigo

esperando

A
la entrada del portal

está
el pintor

esperando

Alguien
le cuenta su esperanza

quiere
que dibuje su ilusión

mientras
él, un tanto en broma

un
poco amargo, sonríe

En
la ruta

naufraga
un carruaje sin dueño

se
pisotea un mendrugo de algo

Una
cuchara que nunca alimentará

pero
que buscará a todos algún día

Un
término desafiante

que
no me atrevo a copiar

Cáscaras
de frutos prohibidos

y
un delito

En
el potro

lleva
una mujer mi lienzo

desnudo
en la impaciencia

Llega
de tarde en un coche

Llega
una tarde a mi casa

reparte
besos, sonríe

comienza
a contar mi vida

No
la encuentro en mi leyenda

No
aparece en los calendarios

Pero
de todos modos ha llegado

es
cierto que ha llegado

y
debo alegrarme

Le
pregunto, amable

cómo
ha sido mi viaje

Como si de veras me
importara