Cómo mantener las manos limpias
Siempre que estés en un baño público, procura tocar tan pocos elementos como sea
posible. Siempre son recomendables baños con sensores automáticos en los grifos
de los lavabos y dispensadores de toallas de papel.
No obstante, en aquellas situaciones en las que debes tocar algo después de
haberte lavado las manos, será apropiado que cortes un pedazo de papel para
cubrir tu mano de los gérmenes, por ejemplo, al abrir la puerta para salir del
baño.
No obstante, para los más perezosos, podrán usar la manga de la camiseta para
cerrar el grifo y el codo para encender el secador de manos eléctrico...
Resulta gracioso pensar en lo contradictorios que son los dispensadores de papel
que utilizan el mecanismo de palanca.
Piensa que lavas tus manos para luego usar la manivela que todos usan en su
camino de salida del baño.
Para evitar esto, corta un trozo de papel cuando entras al baño. De esta forma,
evitarás tocar la manivela una vez que te hayas lavado las manos.
Gel antiséptico para manos
Siempre es bueno tener un gel antiséptico para manos, sobre todo si piensas
pasar tiempo en lugares públicos como
museos,
estaciones de tren u hoteles, donde cientos y miles de manos se sujetan de las
mismas barandillas, empujan las mismas puertas, y tocan las mismas manivelas.
Este producto será también apropiado para las visitas a baños públicos, y no
sólo librará a tus manos de gérmenes sino que les dejará una agradable sensación
de frescura.
También existen toallitas antibacterianas, que puedes transportar fácilmente en
tus bolsillos, y que resultan ideales para limpiar los asientos de los retretes.
Lleva una provisión de papel
En gran parte del mundo, el papel higiénico no es considerado tan importante
como en los nuestros.
Suele ocurrir que en los países de escasos recursos es menos frecuente encontrar
toallas de papel o papel higiénico en los baños públicos.
En consecuencia, si sabes que viajarás a un área donde los dispensadores de
papel de baño suelen estar vacíos —si es que siquiera existe—, lleva contigo un
pack de toallitas de papel tissue.
También puedes empacar trozos de papel higiénico y guardarlos en una bolsa
plástica con cierre tipo zip lock, o puedes directamente llevar un rollo de
papel —desde luego, con algunas vueltas menos— en tu bolso, cartera, o mismo en
el auto.
Las toallitas antibacterianas antes mencionadas también sirven a este propósito.
En consecuencia, no hay razón para empacar dos veces lo mismo. Sería
verdaderamente paranoico.
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Para no ser pillados en
un baño público y otros consejos prácticos
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