En   El apasionante mundo de los baños publicos
O: donde ir cuando tienes que ir (al baño)
 

 

 

 

Busca restaurantes

La experiencia común dice que los baños de los restaurantes son, generalmente, los mejores cuidados.
 

Cada vez que vayas a un restaurante a almorzar o a cenar, a tomar un café, o a comer un snack, asegúrate de visitar el baño.

Si te desagrada la idea de un baño sucio, es conveniente que visites los baños de los distintos sitios que visitas —sobre todo si alguna vez piensas invitar a comer a alguien—.

Por su parte, los toiletes de los hoteles importantes suelen destacarse por su limpieza y pulcritud.

En consecuencia, si alguna vez tienes una necesidad y andas cerca de un hotel, estarás ante una buena posibilidad de evacuar tus problemas.

Para no ser pilladas en un baño público

Existe una razón por la que a las mujeres no les gusta ir solas al baño de damas.

Los expertos en seguridad afirman que los baños públicos son el segundo lugar donde las mujeres son más frecuentemente atacas y robadas —o algo peor—. El primer lugar son los estacionamientos.

Mantente siempre atenta a lo que te rodea, y procura que tu billetera esté siempre a tu lado.

Si estás sola, elige la caseta más cercana a la puerta, y asegúrate de que tu compañero/a de viaje esté esperándote del otro lado. Inicia conversaciones con extraños simplemente para hacer que los posibles atacantes no crean que estás sola.

Si el baño está oscuro, deja tus negocios para más tarde y busca un baño con mejores condiciones.

Lleva monedas

En muchos lugares de Europa, los baños pagos son todavía algo común. En consecuencia, procura llevar siempre algunas monedas para poder acceder a los toiletes.

Modera tus expectativas sobre los baños públicos

Si viajas más allá de las fronteras de tu cultura normal, no esperes que el mundo se configure según tus necesidades.

Si las personas que viven en ese sitio aceptan distintos estándares sanitarios a los que estás acostumbrado, no te sientas aturdido cuando no los veas irritados ante un baño sucio o un dispensador de toallas de papel vacío.

Simplemente contén la respiración, cuenta hasta diez, y concéntrate en el gel antibacteriano que te espera en tu bolso de manos.

Simplemente haz lo que tengas que hacer y vete. Después de todo, viajar es siempre una aventura.


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