Esta terapéutica se fundamenta en la administración
de haptenos bacterianos, los haptenos son polisacáridos (un tipo de moléculas)
presentes en distintas bacterias, ya que éstas son consideradas como verdaderas
colecciones de antígenos (elementos capaces de desencadenar reacciones de
defensa en el organismo), los que una vez introducidos en el cuerpo inducen a la
formación de anticuerpos con acción desensibilizante.
Los
polisacáridos o moléculas obtenidos por medio de técnicas de fraccionamiento,
proceso que separa las partes proteicas y los lipoides tóxicos, moléculas
distintas, conservan la capacidad de desencadenar reacciones de defensa en un
organismo sin poseer toxicidad, y este es el principio que se utiliza en esta
terapia, además estas moléculas están libres de contraindicaciones y no
presentan efectos colaterales indeseables.
El
material se extrae del cartílago de la tráquea de bovinos, siendo aislados por
lo general bacterias del tipo de la Pseudomona y el Proteus. Se aplican
generalmente por vía subcutánea y en algunas patologías , en forma de cremas
y ungüentos.
Sus
principales aplicaciones tienen una extraordinaria utilidad como:
1) desensibilizante frente a fenómenos de alergias y procesos
producidos por autoanticuerpos (agresión del cuerpo contra sí mismo).
2)
bioplástico: estimulando la regeneración de tejidos, en viejas heridas,
queloides (cicatrices anormales), úlceras varicosas, acné, fisuras
hemorroidarias, psoriasis, colitis ulcerosas, artritis de origen autoinmune,
lupus eritematoso, etc.