CHAMPIÑONES
Los champiñones son apreciados por su delicioso sabor y su textura carnosa.
Pero, como muchas otras variedades de hongos, pueden causar reacciones alérgicas
o malestar estomacal en algunas personas, especialmente si están crudos o poco
cocidos.
Incluso aquellas personas que normalmente pueden comer champiñones sin ningún
problema pueden sufrir náuseas o vómitos al mezclarlos con alcohol.
Más extraño
aún, el hecho de que usted haya mezclado champiñones y alcohol sin
inconvenientes en el pasado no implica necesariamente que usted no vaya a tener
una reacción adversa en el futuro.
Sin embargo, a pesar de todas estas advertencias, la combinación de vino y
champiñones es alabada por muchos amantes de la cocina. Las
revistas
especializadas describen
a los champiñones como "muy
versátiles", afirmando que pueden combinarse con vino blanco o tinto, y una
rápida búsqueda en Internet de " champiñones en salsa de vino" produce docenas
de recetas de publicaciones de renombre.
En pocas palabras: si usted va a probar
los champiñones por primera vez, o los va a volver a comer después de mucho
tiempo, comience con porciones pequeñas y tome únicamente bebidas no
alcohólicas.
BEBIDAS ENERGÉTICAS
Mezclar alcohol con bebidas energéticas puede sonar bastante inofensivo; después
de todo, el alcohol es depresivo, por lo que combinarlo con un estimulante
empareja las cosas, ¿verdad? Por desgracia, no es tan simple.
En circunstancias normales, la mayoría de nosotros comenzamos a sentirnos
cansados o soñolientos después de beber alcohol.
Comenzamos a sentir que ya
hemos bebido suficiente (¡o demasiado!) y, por lo general no seguimos bebiendo.
Pero cuando se agregan las bebidas energéticas a la ecuación, los efectos
estimulantes de la cafeína, los ingredientes de origen vegetal y las azúcares de
estas bebidas pueden enmascarar el efecto del alcohol, haciendo que nos sintamos
más sobrios y alerta de lo que realmente estamos.
Las bebidas energéticas evitan que los bebedores sientan los efectos del
alcohol, pero no reducen las concentraciones de alcohol ni mejoran la capacidad
del cuerpo para metabolizarlo.
Un estudio de la Universidad Nacional de Australia demostró que los hombres y
mujeres de entre 18 y 30 años que mezclaban alcohol con bebidas energéticas
tenían un mayor deseo de seguir bebiendo que aquellos participantes del estudio
que sólo bebían alcohol.
Yendo un paso más allá, un estudio de la universidad de Gainesville, Florida,
EE.UU., demostró que los clientes de bares que bebían alcohol mezclado con
bebidas energéticas eran tres veces más propensos que quienes sólo consumían
bebidas alcohólicas a dejar el bar con un nivel de alcohol en sangre de 0.08 o
más, y tenían una probabilidad cuatro veces mayor de tener la intención de
manejar al salir del bar.