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¿Dejar o no dejar propina?: Qué hacer ante un servicio de mesa deficiente

Cómo actuar cuando todo parece complotar contra tu experiencia gastronómica

La alta gastronomía, uno de tus grandes placeres. Y esta noche piensas agasajar a tus amigos con una deliciosa cena en ese restaurante que tanto te gusta.

Sin embargo, las cosas no saldrán como las habías planeado. La demora y el servicio deficiente comienzan a atentar contra tu velada, y parece que hasta el bocadillo más exquisito sería incapaz de remontar la situación. 

¿Cómo actuar cuando se presentan estas situaciones? ¿Poner gesto adusto y hablar mal mejorará el servicio y el sabor de la comida? A continuación, echaremos algo de luz sobre éstos y otros interrogantes. 

¿Cómo conseguir un mejor servicio en tu mesa? 

Sé amable cuando se presente una gran demora, recuerda que no es culpa del camarero. Si has esperado durante un largo rato, existen posibilidades de que tu maître esté muy ocupado y, en consecuencia, cansado.

Ahora, que ya estás con las pompis apoyadas en la silla y tus brazos sobre la mesa, procura tener un buen inicio. Podrías sorprenderte al ver cuánto puede mejorar el servicio a partir de una simple dosis de amabilidad.

Si tratas a tu camarero en forma pobre o despectiva, aun el camarero más avezado tendrá problemas para servirte y para hacer de tu comida una experiencia agradable. Recuerda que, al final de cuentas, eso es lo que buscas: una experiencia agradable. 

¿Qué hacer si el camarero te proporciona un servicio malo? 

  • Si sientes que estas recibiendo un servicio pobre o deficiente por parte de tu camarero, deja poca propina o no dejes propina alguna.
  • Si el camarero no responde apropiadamente a tus necesidades, entonces pide hablar con el manager.
  • Los managers o directores deben —y necesitan— estar al tanto de los problemas para poder solucionarlos. La intervención de un responsable podría salvar tu cena, lo que será una gran recompensa para ti.
  • Si no te sientes a gusto con la idea de pedir hablar con el manager, entonces hazlo en el camino a la puerta, una vez terminada la comida. El responsable del establecimiento querrá saber tus vicisitudes, aunque será difícil, de esta manera, que consigas reencauzar la experiencia de la cena.
  • Si crees que tu camarero no merece propina, no se la dejes. En cualquier caso, cuando hables con el gerente, podrías dejarle una propina parcial para el ayudante del camarero u otras personas que hayan sido competentes. Si otros se han esforzado por salvar tu cena, ellos merecen recompensa por ello. Esto, asimismo, dejará en claro qué parte del servicio te gustó y qué parte no.

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