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Reconozca las enfermedades comunes de los gatos mayores

Los gatos son maravillosos compañeros y quienes los aman temen llegar la hora de perderlos. Como a los humanos, cuando son mayores, los pueden afectar algunas enfermedades. Conocerlas puede ayudar a brindarles una mejor calidad de vida.

Desafortunadamente, los gatos no viven tanto
como los humanos. Entonces, sin dudas, el gato que usted ve ahora como un pequeño
gatito, devendrá en un gato mayor, con todo lo que ello implica.

Cuanto más viejos son los gatos, como las personas, son más susceptibles a
ciertas enfermedades asociadas con la vejez. Es muy importante que tome a su
viejo amigo felino y lo lleve al veterinario más frecuentemente para realizarle
chequeos regulares. Es absoluta responsabilidad de sus amos ayudar a sus
mascotas a tener una más larga, saludable y feliz vida.

Veamos cuáles son los signos y síntomas de las más comunes enfermedades que
pueden aparecer en los gatos adultos:

Cáncer

Inflamaciones anormales
que persisten o continúan creciendo.

Heridas que no
cicatrizan.

Pérdida de peso.

Disminución del
apetito.

Sangrado o
supuración de alguna herida.

Olor fuerte.

Dificultad para
comer o tragar.

Resistencia al
ejercicio o pérdida de vigor.

Dificultad para
respirar, orinar o defecar.

Enfermedades dentales

Mal aliento.

Dificultad para
comer o tragar.

Babearse.

Caérsele la comida
de la boca cuando se alimenta.

Pérdida de peso.

Hipertiroidismo

Incremento de la
actividad.

Aumento del
apetito.

Pérdida de peso.

Aumento de
la sed y
orina muy frecuente.

Vómitos.

Dificultad o
incremento en el ritmo de la respiración.

Aumento del ritmo
cardíaco.

Fallas o enfermedades en
los riñones

y el aparato digestivo

Incremento de la
orina y sed.

Pérdida de peso.

Vómitos.

Pérdida del
apetito.

Depresión y
letargo.

Diarrea.

Sangre en vómitos o
excrementos negros (como alquitrán).

Dificultad en la
respiración y úlceras orales.

Enfermedad
inflamatoria del intestino con diarrea.

Vómitos.

Mucosidad o sangre
en los excrementos.

Incremento en la
frecuencia de la defecación.

Defecación fuera de
la caja donde lo hacía habitualmente.


Diabetes

Incremento de la
sed y orina.

Pérdida o aumento
de peso.

Debilidad y falta
de actividad.

Cambios en el
apetito.

Vómitos

Caminar sobre sus
jarretes.


Sobrepeso
y obesidad

Intolerancia al
ejercicio.

Pérdida de pelo o
desprolijidad en el pelo, especialmente en el área anal.


Lipidosis hepática
felina

Presencia de
obesidad con repentina pérdida del apetito.

Subsiguiente
pérdida
de peso.

Depresión.

Vómitos.

Coloración
amarillenta en los ojos.

Cambios de
comportamiento.


Anemia

Intolerancia al
ejercicio.

Palidez
en los ojos.


Enfermedades del corazón


Intolerancia al
ejercicio.

Dificultad e
incremento del ritmo respiratorio.

Pérdida de peso.

Parálisis en las
patas


Enfermedades del hígado

Vómitos.

Pérdida del
apetito.

Diarrea.

Distensión
abdominal.

Lagañas pálidas o
amarillentas.

Cambios en el
comportamiento.

Pérdida de peso.


Cálculos urinarios

Dificultad
urinaria.

Sangre en la orina.

Dificultad en las
articulaciones para saltar y subir escaleras.

Cambios en el
comportamiento –irritabilidad o reclusión-.

Orina o defecación
fuera de la caja donde habitualmente lo hacía.

Si usted observa alguno de estos síntomas
en el intervalo entre los chequeos regulares que le
realiza a su gato, llévelo nuevamente a la consulta con el veterinario.