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¿Sirven para algo los afrodisiacos?

¿Tienen realmente alguna acción los afrodisíacos?, y si actúan, ¿a qué nivel lo hacen?

Afrodisiaco sexual… ¿o es que hay otros?, o: ¿Qué son los afrodisiacos?

En principio y para no caer en discusiones híbridas, como lo fue y es la del sexo de los ángeles, es imprescindible fijar el concepto de que es o a que nos referimos cuando hablamos de "afrodisíacos"; para lo cual debemos remitirnos al origen de su nombre, que viene de "Afrodita":

– diosa del amor, inherente a la fertilidad, la fecundidad, los jardines, los actos lascivos y lujuriosos, las pasiones y la guerra;
– representación de la belleza femenina y del principio femenino del cosmos; emparentada con todas las diosas-madres;
– vinculada por ello con todas ellas directa o indirectamente;
– de un origen remoto e incierto, perdido en el principio de los tiempos, y relacionada por todo ello con la Luna o el planeta Venus o con ambos indistintamente;
– en los orígenes de la humanidad también asociada al Sol como fuente y fuerza de creación, pues se creía que el origen del cosmos, la tierra, y el hombre provenía de una fuerza femenina, luego andrógena, y por último masculina y "mental". Recibiendo a lo largo y ancho del mundo más de diez mil nombres distintos.

 

La disyuntiva principal se asienta en que el término "afrodisíaco" es solo y mayormente utilizado como un elemento inductor o relacionado a lujuria, y sin embargo tiene una amplitud mayor que abarca la más grande de las preocupaciones humanas: "la reproducción, fertilidad y fecundidad"; dejando al placer como un elemento secundario, pero preponderante en la realización del acto sexual, sin el cual, está claro, no existiríamos y evolucionaríamos como raza humana.

 

Pero hete aquí otro tema a tratar: "la moral", métodos y reglas para regular el comportamiento humano en sociedad; y es allí, y a partir de ello (religión, leyes, costumbres, tabú) que se genera un conflicto entre nuestros instintos animales más primitivos y los comportamientos sociales adecuados.

Alimentos afrodisiacos, y otros afrodisiacos naturales

El tema es muy largo, no me gustaría dejarlo inconcluso, pero solo quiero tirar una pelota para que quede picando:

 

-"Te encuentras con alguien que te atrae mucho sexualmente; ingieren ambos exquisitos afrodisíacos; se sienten excitados, pero están en una plaza rodeados de niños jugando, y el decidir ir a otro lado más apartado insume tiempo; un tiempo en el que si lo utilizas puedes perder un negocio que implica el ganar unos cuantos miles de dólares; y si decides posponer el encuentro sexual es muy probable que nunca más se de esa oportunidad…". ¿Qué haces?.

 

La respuesta es tuya, solo piensa en todas las situaciones posibles en las que sentiste impulsos sexuales y te reprimiste, en las que decidiste romper con las reglas y te zambulliste de cabeza en la más placentera lujuria; ¿te acuerdas con quién fue, por qué fue, o cuándo fue?, piénsalo.

 

Los alimentos que ingerimos no son solo una costumbre social que impone horarios, comidas determinadas o gustos culturalmente aceptados; son el combustible de nuestro motor, los energizantes de nuestro sistema; y dentro de nuestro micro mundo existe un aparato reproductor y sexual -alimentado y estimulado por lo que ingerimos como alimentos- que recibe órdenes del cerebro y emite respuestas que conllevan a una acción determinada.

Muchos de los alimentos que ingerimos poseen una estructura química similar a la de las hormonas sexuales producidas por nuestro organismo, y al confundir al mismo por su similitud se provoca una reacción en cadena que desemboca en la excitación sexual.

Otros poseen elementos que permiten el buen desarrollo de esas funciones, sexuales y reproductivas, asegurando el buen funcionamiento de los órganos sexuales y el adecuado desarrollo del embarazo.

Algunos simplemente estimulan el sistema nervioso central, actuando como desencadenantes secundarios o bien provocando un aumento de la circulación sanguínea, con el consecuente e involuntario aumento del funcionamiento del órgano vomero-nasal (muy pequeño y casi atrofiado, ubicado debajo y atrás de las fosas nasales) permitiendo captar las señales químicas que emite otro individuo en celo, y transmitiéndolas al hipotálamo (región central y baja posterior del cerebro) para que se inicie la producción hormonal que desencadenará todo el proceso de excitación y atracción sexual o el acto de lujuria.

 

Estas cosas pasan, te gusten o no, después está en vos el aceptarlas, o no; la estructura psíquica, como componente de decisión final, del ser humano y su comportamiento social, cultural, moral o religioso, ya es otra historia…

Afrodisiacos femeninos y mitos masculinos

Tanto el estudio del comportamiento biológico y sexual humano a lo largo de la historia y prehistoria de su evolución, como el de su psiquis y desarrollo mental, nos proporcionan una muy valiosa información que servirá de referente para compararlo con lo que son nuestras sociedades y culturas actuales, como el fundamento de la psiquis humana en este momento histórico.

 

Hablar de religión sería abordar un tema provocador de las más acaloradas discusiones por no poder separarlo del fanatismo atávico inherente a muchas de ellas, pero no estaría demás dejar en claro que la mayoría de las religiones actuales, fundamento de la moral, tienen su base de origen en las creencias que se gestaron en la Mesopotamia Oriental, con un amplio predominio de pueblos nómadas -en el momento llamado "historia"; comienzo de la escritura- teniendo todos ellos un único punto en común: estar lejanamente emparentados consanguíneamente y ser herederos universales de las culturas primitivas más recónditas.

 

Podemos observar lo mismo en la mitología guaraní (rama cultural y social de los "tupi-guaranì", descendientes de los Caruibes, que poblaron América desde el Caribe a la desembocadura del Rìo de la Plata en la actual Rep. Argentina; antes del siglo XVI) una cultura neolítica -de la cual aún hoy permanecen vestigios-.

En esta rica mitología observamos a un duende lascivo, protector de los bosques y la yerba mate, de características altamente eróticas, llamado Kurupì o Curupì o Kurupirà – un demonio guaraní de origen solar, similar al "efrit" de los àrabes (sádico sexual) y equivalente al "Príapo" griego por sus atributos fàlicos y como protector de los bosques-.

He aquí un punto en común con raíces muy profundas que lleva a estas culturas tan distantes en tiempo y espacio a concebir divinidades con características paralelas, dándonos el pie para generar la duda de si su concepción se hallaba, o no, latente desde hace milenios atrás cuando esos hombres habitaban en un mismo tiempo y espacio.

Son muchos los paralelos -la mayoría como en la actualidad relacionados a la naturaleza y sus ciclos estacionales, sexo, fecundidad, virilidad, afrodisíacos-, este es solo un ejemplo que nos podría hacer reflexionar sobre las condiciones actuales de vida y las luchas estériles por el poder civil, militar o religioso.

Afrodisiacos naturales y naturaleza de los afrodisiacos

"El hombre moderno no comprende hasta que punto de su "racionalismo" (que destruyó su capacidad para responder a las ideas y símbolos nùmicos) le ha puesto a merced del "inframundo" psíquico. Se ha liberado de la "superstición" (o así lo cree), pero mientras tanto, perdió sus valores espirituales hasta un grado positivamente peligroso.

Se desintegró su tradición espiritual y moral, y ahora está pagando el precio de esa rotura en desorientación y disociación extendidas por todo el mundo.

Los antropólogos han descrito muchas veces lo que ocurre a una sociedad primitiva cuando sus valores espirituales están expuestos al choque de la civilización moderna. Su gente pierde el sentido de la vida, su organización social se desintegra y la propia gente decae moralmente.

Nosotros estamos ahora en la misma situación. Pero nunca comprendimos realmente lo que perdimos, porque, por desgracia, nuestros dirigentes espirituales estaban más interesados en proteger sus instituciones que en entender el misterio que presentan los símbolos.

En mi opinión, la fe no excluye el pensamiento (que es el arma más poderosa del hombre) pero, desgraciadamente, muchos creyentes parecen temer tanto a la ciencia (y, de paso, a la psicología) que miran con ojos ciegos las fuerzas psíquicas nùmicas que por siempre dominan el destino del hombre. Hemos desposeído a todas las cosas de su misterio y numinosidad; ya nada es sagrado".

 

-"El hombre y sus sìmbolos"; Carl G. Jung-

 

El hombre, al alejarse de la naturaleza y la esencia de la misma para sumergirse en lo económico, fue perdiendo poco a poco su comunicación con lo cósmico y divino, provocando el olvido sobre los principios esenciales de su propia existencia.

Ninguna religión es mala mientras contemple al hombre y su bienestar como máximos exponentes; claro está que no debemos olvidarnos de la esencia misma de ese hombre y de su predisposición para el bien y para el mal; su objetivo principal será la vida; su destino final la muerte; su mecanismo de supervivencia, el aprendizaje; su perpetuidad, el poder transmitir su genes y conocimientos a las generaciones futuras; su misión, prolongar la especie…, y dentro de todo eso el intentar ser feliz.

 

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