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Contracturas musculares: guía para el paciente

Todo lo que debes saber para combatir las dolorosas contracturas que tan frecuentemente te hacen sufrir…

¿Qué es un músculo?

Un músculo esta formado por un conjunto de fibras con capacidad de contraerse.

Existen dos tipos de músculos

Músculo liso: cuya contracción es involuntaria (músculo del corazón)

Músculo estriado: de contracción voluntaria (músculos de las extremidades)

    El músculo estriado, también se llama esquelético,  es el que voluntariamente contraemos para desplazar el cuerpo y ejercer fuerza. El músculo estriado es el que se “contractura”

¿Qué es una contractura muscular?

La contractura es una rigidez o tensión exagerada y duradera del músculo, involuntaria y dolorosa.

El músculo contracturado se encuentra acortado, no logra regresar al estado de reposo y menos aún se lo puede elongar.

¿Por qué se produce?

Las contracturas más frecuentes se producen por sobreexigencia al músculo estriado. Esta sobreexigencia puede ser:

Brusca e intensa como levantar una carga

Leve y persistente por mantener una mala posición al sentarse 

El estrés es un factor determinante en el desarrollo de contracturas, en especial del cuello y los músculos de la cara

También una contractura puede presentarse como reacción a un dolor articular. Mediante la contracción el músculo intenta inmovilizar la articulación y así evitar el dolor.

El ejemplo de ello son las contracturas que aparecen en pacientes con artrosis. Pero el mecanismo no siempre es efectivo, con frecuencia la contractura aumenta aún más el dolor. 

Asimismo, existen contracturas en personas que están inmovilizadas en sillas de ruedas o en la cama, y en pacientes con enfermedades musculares como la distrofia de Duchenne y la de Becker; alteraciones metabólicas de los músculos, etc. que no constituyen parte de este capítulo 

¿Cuáles son las contracturas más frecuentes?

La frecuencia de presentación de las contracturas depende de la actividad de la persona que las sufre.

Los deportistas pueden tener, en caso de falta de precalentamiento, sobreentrenamiento o trauma directo, contracturas de los músculos comprometidos en la práctica del deporte correspondiente. En jugadores de fútbol y tenis son habituales las contracturas de los gemelos y el cuadriceps (músculos de las piernas y muslos)

Las mujeres suelen sufrir contracturas de la musculatura de la columna lumbar (cintura) causadas por sobrecarga durante las tareas domesticas o el uso tacones altos y, también, por sobrecarga durante el embarazo

Quienes trabajan en escritorios padecen contracturas del músculo trapecio, un gran músculo que abarca la zona del cuello y los hombros hasta los omóplatos.

Su contractura causa dolor al estirar el cuello, puntos dolorosos a la presión al presionar sobre los hombros y los omoplatos y a los lados de la columna cervical.

Trabajadores con computadoras presentan contracturas de la musculatura del brazo que maneja el mouse

Las personas mayores se contracturan porque con la edad ocurre una disminución de la elasticidad en las articulaciones y músculos. También se desarrollan contracturas secundariamente al dolor de la artrosis,  y por esguinces o torceduras durante caídas.

Una contractura puede ser causa o consecuencia del dolor

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