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La falta de información sexual en la adolescencia: un problema enorme. Parte 2

Millones de adolescentes enfrentan su vida sexual con nada de información. Esto, culpa de la falta de políticas acordes, causa un grave problema entre las mujeres de entre 12 y 19 años. Algunos consejos para tratar el tema con seriedad.

 

 

 

Es
preciso que los programas hagan lo posible para que todos los adolescentes
asuman la responsabilidad de su conducta sexual y protejan su salud sexual y
reproductiva por medio de educación
apropiada y precisa sobre sexualidad reproductiva, dentro y fuera de las
escuelas.

De eliminar las barreras
legales, normativas y culturales que impiden que los adolescentes
obtengan servicios e información sobre salud sexual y reproductiva, se daría
un paso fundamental. 

También
es imprescindible prestar servicios
sensibles y confidenciales de salud reproductiva que respondan a las
necesidades particulares de la gente joven, les ayude a tomar decisiones
informadas sobre la sexualidad y implementar la práctica del sexo seguro
haciendo énfasis en la prevención del embarazo no deseado, el aborto realizado
en condiciones inadecuadas y las Enfermedades de Transmisión Sexual.

Una
mujer que ha cursado algunos años de educación secundaria tiene menos
probabilidad de tener hijos en la adolescencia. Las mujeres que han cursado
siete años o más de educación se casan como promedio cuatro años más tarde
y tienen 2.2 hijos menos que aquellas que no han recibido ninguna educación.

La
falta de ingresos para
las madres jóvenes sin educación o capacitación laboral puede hacer muy difícil
el mantenimiento de sí mismas y a de sus familias.

La falta de educación hace que con frecuencia las mujeres jóvenes
sean expulsadas de los colegios si quedan embarazadas y pocas regresan. En
Kenia cada año 10.000 adolescentes abandonan sus estudios a causa del embarazo.

Se
recomienda como casi única solución, y ante la falta de políticas preventivas
y de ayuda posterior, que los padres charlen con sus hijos, sentados alrededor
de la franqueza y dejando de lado los típicos prejuicios que muchas veces son
las barreras excluyentes entre las dos generaciones.

La historia en general se
repite y no hay nada mas saludable para un adolescente que poder hablar con sus
padres, sin estar pensando: “ahora va a salir con la moralidad y todo eso”.
Hablar… y escuchar, fundamental para una adolescencia mas sana.

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