No
pude soportar que mis amigas se intercambiaran sus direcciones de e-mail como
antaño lo hacían con las recetas de cocina.

Y
yo fuera del circuito.

Así que, finalmente… me compré la computadora!!!!

Cambié el interlock por la internet.

El
chapar por el chatear.

La
hernia de disco por el disco rígido.

El
tic nervioso por el doble click.

La
medibacha por la multimedia.

En
lugar de engordar… me maximizo.

Vivo pendiente de los e-mail que pudiera recibir.

Padezco una compu-dependencia compulsiva.

Pero, al menos, mejoré la relación con mi nuera y con mi hijo.

Con ellos me comunico a través de los mail.

Y
ya no corro el riesgo, el peligro, de despertarlos con mis llamadas inoportunas,
ni de respuestas desganadas, apuradas o agrias.

No
me entero si, al leer el mail, mi nuera dice: "qué divina es tu mamá, nos mandó
un mail, ya se lo estoy contestando!!".

O
dice: "otra vez tu vieja hinchando los Web!! Contestáselo vos, que para eso es
tu madre!!".

Y
si no me responden pronto, no me corto ni las venas ni los cables.

Tampoco se me cae la moral.

Sólo pienso que se les cayó el sistema…

Fuente:
Suegras, nueras y cuñadas, de Editorial Sudamericana

En
este Pequeño manual ilustrado de convivencia que trata sobre las suegras, nueras
y cuñadas, Hilda Levy se refiere, con aguda e inteligente percepción, a esa
fauna tan cotidiana que, sin embargo, fue poco retratada por la literatura.

La
obra incluye alegatos chispeantes, clasificaciones inéditas, tests mordaces,
situaciones impensadas, cursos prácticos, testimonios insólitos, poesías y
también reflexiones. El lector se enterará aquí cómo es el advenimiento de la
familia política, cuáles son los ritos de iniciación y los distintos tipos de
nacimiento y clasificación de las suegras, las nueras y las cuñadas.

En este
recorrido original e irónico, plagado de personajes desopilantes, lo enunciado
queda enriquecido de manera insuperable por las ilustraciones de la autora.

De
la misma autora, junto con Daniela Di Segni, de
Mujeres de 50.

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