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El
miedo
al fracaso
y a lo desconocido son los motivos más importantes que pueden
generar rechazo al cambio.

“Hacer frente a la
resistencia es fundamental si lo que se desea es seguir avanzando.

Dieta cetogénica customizada

Hay que saber aceptar que
la vida no se queda quieta sino que se mueve constantemente, el entorno, las
situaciones y las circunstancias van transformándose constantemente, hay que
adaptarse y acompañar este momento lo mejor posible”
,
comenta la psicóloga española Perla Fernández Solís.

No es fácil adaptarse a
algo distinto. “Asimilar un cambio lleva su tiempo y hay que poder

procesar la experiencia
de la mejor manera.

Sin embargo, hay muchos
modos de obstaculizar esta etapa. El auto boicot es la principal forma de evadir
las novedades que van surgiendo en el camino del individuo.

Hay que reconocer esos
intentos negativos y poder hacerlos desaparecer a tiempo. El creer que no se
puede afrontar algo distinto provoca temor, el miedo paraliza y es la causa
primordial que atenta contra la libertad de acción
”,
sostiene la profesional.

Es preciso determinar cuál
es el cambio que se avecina. “No todos son buenos y es importante poder
discriminarlos. Hay que poder establecer algunos parámetros y no salirse de
ellos.

Si no tenemos muy en claro
qué camino seguir, hay que analizar en qué nos afectará esta nueva etapa, qué
estamos dispuestos a resignar y qué necesitamos para cristalizar este giro de
mentalidad y acción que se aproxima.

Debemos tomar una decisión
consciente porque no se trata de dejarse absorber o arrollar por el cambio ni
tampoco aceptarlo sin una reflexión mediante.

Todo cambio tiene que
poder enseñarnos algo. Su implementación no es gratuita y tenemos que estar
abiertos para entender lo que nos puede estar esperando con su llegada
”,
destaca la especialista.

Cómo
enfrentar los cambios:

1.- Sopesar los pros y los
contras. “Es mejor resistirse, esto significa esperar o sumarnos al cambio.
En todo orden de la vida el análisis debe ser reflexivo.

Ya sea u giro en lo
laboral o en lo emocional es importante asumir la responsabilidad y tener
seguridad tanto para afrontarlo como para desecharlo
”,
explica la profesional.

2.- Ser flexible con uno
mismo. “No querer cambiar por el simple hecho de querer seguir manteniendo
una visión cómoda de la realidad es una actitud inmadura que tarde o temprano
pasa la factura.

Asumir una posición
defensiva frente a lo inevitable solamente condenará a la frustración y al miedo
al fracaso. En muchas ocasiones, el cambio se da de modo paulatino.

Todo parece adecuarse de
tal manera que sin darnos cuenta estamos frente a un giro total de actitud y de
acción.

Uno va forjando un rumbo
distinto sin advertirlo, pero en el fondo el individuo sabe que lo necesita para
progresar y crecer. Siempre es bueno intentar, arriesgar, pero con el análisis
de por medio.

Para ello hay que dejar
atrás hábitos que no aportan nada, relajarse un poco, cambiar de estrategias y
no exigirse tanto.

Un comportamiento más
humano, sensible y piadoso con uno mismo ayuda mucho en los momentos de crisis y
en situaciones en que deben tomarse decisiones trascendentes”
,
finaliza diciendo Fernández Solís.

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 El
problema es que la
incertidumbre va a estar siempre ahí (a no ser que tengas una
bola de cristal). Así que la única forma de superarlo es cambiar tu
forma de
pensar
y de actuar.

Esa es la principal diferencia entre los que consiguen lo
que quieren o al menos lo intentan, y los que no hacen nada, la distinta formar
de ver las cosas.

Por supuesto cambiar tu percepción de las
situaciones no es tan fácil, pero por
qué no empezar a ver las cosas con otra perspectiva. Por ejemplo:

1. Toma de decisiones


En lugar de estresarte y obsesionarte con la decisión perfecta, por qué no te
planteas que tomes la decisión que tomes, será buena, porque eres capaz de
apañartelas con el resultado final. Al fin y al cabo todos nos adaptamos a todo,
y en muchos casos, puedes
cambiar de opinión.

¿No es más tranquilizador pensar
que pase lo que pase podrás sacar algo bueno y por tanto nunca tomarás una
decisión errónea? Lo que haces es asumir la total responsibilidad de tu vida y
aceptar que tú eres el responsable de que las cosas que están en tu mano salgan
bien y, sobre todo, el responsable de tu actitud.

2. Vivir en el presente


Hace poco leyendo el libro “"El poder del ahora" me llamó mucho
la atención una de sus frases: “No dejes que el pasado distorsione tu visión
del presente
”.

Es tan cierto que muchas veces vivimos en el pasado,
recordando malas experiencias, traumas o miedos, y que eso hace que veas el
presente con otros ojos, ¡los del pasado! Así que céntrate en el presente, en la
persona que eres ahora no en lo que fuiste o hiciste antes.


De igual manera, no dejes que el futuro te preocupe demasiado, porque no tienes
una bola de cristal y no sabes qué va a pasar.

Por supuesto eso no es nada
fácil, ¿verdad? Lo que nos gusta anticipar las cosas (y con malos resultados,
claro) y preocuparnos, para que muchas veces ni siquiera sucedan. Céntrate en lo
que puedes hacer ahora y libérate del futuro.


Como mencioné antes quizá te ayude
la idea de que, pase lo que pase, vas a ser perfectamente capaz de manejar
las consecuencias. Date cuenta de la importancia de esa frase, si supieras
que eres capaz de desenvolverte, de responder bien ante cualquier circunstancia,
¿por qué tener miedo?


Y la realidad es que lo eres, o si no no habría tantísimos
casos de personas que superan lo que parece insuperable. Incluso en las épocas
más dificiles somos capaces de sacar lo mejor de nosotros mismos. No pierdas la
perspectiva.


Os dejo una frase que leí en Twitter (de @soloquotes) “Toda historia tiene un
final feliz… Si no eres feliz, entonces no es el final.”

4. Deja de esperar que algo o alguien te salve


Muchas personas viven esperando que un día pase algo o alguien que le cambiará
la vida para mejor, y mientras esperan ese día, desperdician el presente.
¿Quieres estar satisfecha con tu vida, conseguir tus objetivos, disfrutar de lo
que tienes?


Pues deja de pensar que van a venir a sacarte las castañas del fuego
y empieza a encargarte tú de tu vida. Poner tu vida en manos de un algo o
alguien no es una buena idea y mucho menos si ni siquiera sabes si algún día va
a llegar.


Y si llegara, es mucho más satisfactorio hacerlo tú por tu cuenta, ¿o
no? Si quieres ver cambios es hora de ponerse manos a la obra.

5. Acepta el fracaso y los errores como parte de
la vida


Considéralos un paso más
hacia la consecución de tus objetivos. No es tan difícil como parece, de todo se
aprende, y aunque es algo muy dicho, ¡es la verdad!


¿Qué harías diferente si pensaras de esta manera?

Por Aida Baida Gil

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