Miedo
En este caso la
gama puede ir desde el terror intenso hasta
una ligera aprensión.
Como dijimos la
función del miedo es prepararnos y protegernos
de algún peligro real.
Y la conducta apropiada
de los demás ante alguien que siente
miedo es protegerlo, ayudarlo. (Decir: “no
tenes que tenerle miedo” induce a reprimir
la emoción auténtica)
El miedo nos puede
salvar la vida, no sentir miedo genuino conduce
a diversos grados de autodestrucción.
Sin embargo muchos
creen que “los hombres no deben tener miedo”
(esta creencia es tanto de hombres como de mujeres)
o que tener miedo es ser cobarde. El realmente
valiente es quien actúa a pesar de sentir
miedo.
Estos mensajes se
van incorporando y se van grabando como un programa
interno de computación, luego uno actúa
respondiendo a estos mensajes inconscientes
y reprime la emoción auténtica.
La manera más
frecuente de tapar el miedo auténtico
es a través de la falsa alegría
y la posible situación familiar que lo
genera podría ser que de niño
se le inducía a reírse del peligro.
Son esas personas que se ríen ante situaciones
peligrosas.
La emoción
sustitutiva que se puede confundir con el miedo
es la fobia, también llamada falso miedo.
El miedo apropiado
se siente ante un peligro que asustaría
a cualquier persona normal, no capacitada tal
vez para enfrentarlo. Por ejemplo una serpiente
ponzoñosa asusta a cualquiera, menos
a un experto en ofidios.
Las fobias son temores
irracionales. El fóbico sabe que no hay
sentido lógico para su miedo, sin embargo
no logra dominarlo.
Es muy común
que una persona fóbica haya tenido alguna
experiencia traumática que comenzó
con sus temores o bien que alguno de los padres,
o a veces ambos hayan sido personas miedosas
que hayan transmitido sus temores desde pequeños.
|