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Cómo superar el miedo ante los demás

Muchas personas sienten temor cuando se presentan ante personas desconocidas, o cuando tienen que hablar ante una audiencia. Pero este problema tiene solución

En estas
circunstancias, pueden perder el habla, esquivar la mirada, transpirar
demasiado, etc. Estas actitudes se deben generalmente a timidez, baja
autoestima, o incluso a trastornos como la fobia social. Pero fuere cual fuere
el origen, en todos los casos dificultan –en mayor o menor medida- el
relacionarse con los demás.


En esta nota intentaremos darle ciertas claves para eliminar estos miedos. Para
lograrlo, es imprescindible realizar una ejercitación basada en tres puntos: la
mirada, el habla y la respiración.

 


La mirada


La mirada revela aspectos importante del carácter de cada persona. A través de
la misma se expresan deseos y sentimientos. Por eso los ejercicios que
detallamos a continuación le servirán para poder observar a la persona que tiene
en frente suyo y así lograr mayor confianza en sí mismo:

 

1. Relaje los
músculos de su cuerpo, ya sea sentado o acostado. Los ejercicios de respiración
profunda pueden ayudarlo a lograr eso: inspirar en cuatro tiempos y espirar en
otros cuatro.

2. Gire los
ojos alternativamente hacia los costados para relajar los músculos que los
rodean.

3. Luego gire
los ojos en forma circular. Llévelos hacia delante y hacia atrás suavemente.

4. Cuando
esté completamente relajado, cierre los ojos mirando fijo hacia delante.


5. Concéntrese e imagine a sus ojos como si fueran dos esferas de luz ardiente
que concentran energía.

6. De esas
esferas de luz se desprenderán dos rayos de luz en dirección inversa. Es decir
que en vez de mirar hacia delante, verán hacia atrás como si pudieran ver a
través de la nuca.

7. Mantenga
esta idea en su cabeza y relájese por unos minutos.

8. Una buena
forma de plasmar esto es anotar qué sensación le produce realizar este ejercicio
cada vez que lo hace. De esta forma llevará un registro sobre el cambio de
intensidad en su mirada.

9. Otra
variante puede ser fijar la vista en un punto fijo y proyectarla hacia adelante,
jugando con las intensidades, como si usted pudiera ver a través de las paredes
y objetos.

 

El
habla


 

Las voces son
como canales transmisores de sentimientos y emociones que atraviesan a la
persona. Por eso la voz indica la capacidad de un individuo para dirigirse a los
demás. Ésta se conecta con el pensamiento para saber utilizar las palabras
correctas para cada momento, con su tono indicado.

 

Para mejorar
este aspecto, realice el siguiente ejercicio:

 

1. Sentado en
una posición cómoda, gire el cuello a un lado y al otro para relajar sus
músculos.

2. Aclare la
voz pronunciando diferentes monosílabos, con intensidad.

3. Tome
cualquier texto y comience a leerlo como si lo hiciera en voz alta pero sin
emitir ningún sonido.

4. Module
exagerando cada movimiento de la mandíbula, la lengua, la boca y los labios.
Esto sirve para mejorar la articulación.

5. Una vez
que lo haya hecho al menos cinco veces, repita lo mismo pero leyendo en voz
alta. Hágalo una y otra vez hasta lograr cierta claridad y volumen entendibles.

6. Otra forma
efectiva es leer en voz alta con un lápiz entre los dientes, de modo que los
músculos deban esforzarse para modular bien y se pueda escuchar claramente.

 

La
respiración

 

Los
ejercicios de respiración conviene realizarlos por la mañana, ya que elevan el
tono mental y aclaran las ideas. La oxigenación distiende al cuerpo, lo carga de
energía y uno se siente más libre y predispuesto:

 

1. Parado y
con la espalda derecha, cierre los ojos y estire los brazos hacia arriba,
bajándolos suavemente por los costados hasta unirlos en la zona pélvica.

2. Con las
manos unidas por las yemas de los dedos, suba los brazos despacio hasta el
mentón.

3. Mientras
inspira profundamente, se abrirán los brazos llevándolos hacia atrás para
aumentar la capacidad pulmonar.

4. Retenga el
aire unos instantes y al momento de soltarlo afloje también la postura corporal.

Este
ejercicio hágalo tres veces por día, siempre antes de desayunar. Además debe
dejar pasar unos minutos entre ejercicios para evitar la sobreoxigenación,
porque puede causar mareos.

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