El síndrome del domingo por la tarde

Mucha gente desea que llegue rápido el lunes para continuar con la rutina de todos los días. ¿Cómo hacer para alejar esa extraña sensación de aburrimiento y tristeza que agobia los domingos por la tarde?  

El síndrome del domingo por la tarde


 

  


 
 

Mucha gente experimenta sensaciones de apatía e inactividad los domingos por la tarde.


 “Puede deberse a una anticipación de lo que será la semana y centran toda la energía en los procesos negativos que se manifiestan con este tipo de sensaciones cercanas a la tristeza, al tedio y a la sensación de vacío”, comenta la psicóloga uruguaya Cathy Espinoza.

El fin de semana es un espacio que para muchos individuos es de descanso. “Sin embargo, quienes tienen una rutina muy activa durante la semana no saben qué hacer con estos días libres y se desesperan.

Estas sensaciones internas sumadas a la calma que se puede evidenciar en las calles y a que la mayoría de los comercios están cerrados los domingos, genera un comportamiento hermético y de desazón”, reflexiona la profesional.

El domingo por la tarde se hace una introspección de lo que ha sido el fin de semana. “Aunque no se tenga mucha conciencia de ello, el individuo reflexiona acerca de si estos dos días de descanso han sido satisfactorios y si se han cumplido las expectativas previstas”, destaca la psicóloga.

Este comportamiento se acentúa mucho más en aquellas personas solitarias que no tienen a quién visitar o que no tienen amistades o familiares a los que acudir.

“Si se es una persona que no tiene mucha vida social, los sábados  y domingos pueden ser realmente una tortura. Encontrarse con uno mismo no es fácil, mucho más si no se está satisfecho con la propia vida”, opina Espinoza.

¿Qué hacer los domingos por la tarde?

1.- Lo más conveniente es combatir la pereza con ejercicio físico. “Si se es una persona proclive a dejarse llevar por malos pensamientos, la mejor manera de disiparlos es poniendo en marcha el cuerpo.

Salir a caminar, ventilarse, respirar aire fresco y si se tiene la posibilidad de hacer algún deporte, mucho mejor. Incluso sería bueno que esta clase de personas, tengan una rutina de fin de semana. Ir al gimnasio, a la piscina o a montar en bicicleta”, aconseja la especialista.

2.- Si la actividad física no convence demasiado, se puede implementar otro tipo de rutina como la de reservar para esos momentos en donde surgirá la tristeza, actividades como la de la limpieza profunda del hogar, la organización de la ropa o la labor que sea necesaria llevar a cabo.

3.- Aprender a auto controlarse. “Es importante poder ejercitar la mente y centrarse solamente en aquellos puntos positivos de la vida. Cuando esa sensación comience a producir agobio, lo más acertado es pensar en los buenos momentos que deparará la semana”, recomienda la psicóloga.

La inteligencia emocional juega un rol fundamental en estos individuos ya que lo conveniente es que desarrollen más sus capacidades de autoconocimiento y automotivación.

4.- Durante los fines de semana se suelen alterar los ritmos de sueño y comida. “Es habitual, acostarse más tarde y comer de más.

 Mantener un equilibrio es muy importante y no hay que descuidar estos temas no menores si se es proclive a la depresión durante los fines de semana
”, finaliza diciendo Espinoza.

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