Se llama “síndrome
de la clase turista” a una alteración que puede desarrollarse tras estar varias
horas sentado o en la misma posición, en espacios reducidos con imposibilidad de
mover los miembros inferiores libremente; esto lleva a la formación de coágulos
de sangre en las piernas.
Estos pueden subir y viajar por las
venas profundas de los miembros inferiores hacia la circulación general,
quedando atrapados en los pulmones, y provocar una embolia fatal por la
obstrucción al flujo sanguíneo.
Hay muchas opiniones sobre este
cuadro, hay quienes opinan que no sólo no está descrito en la literatura médica,
sino que además deben existir factores predisponentes en las personas que lo
sufren y que ningún viaje causa por sí mismo este cuadro.
Pero hay otros médicos que opinan que
a pesar de no estar descrito en los libros como tal, hay varias publicaciones en
revistas médicas de primer nivel que lo mencionan y que además en una de ellas,
donde se estudiaron varios casos sólo había factores predisponentes en un 30
por ciento de los casos.
Por eso hay recomendaciones a tener
en cuenta a la hora de emprender viajes prolongados:
1-
Beber abundante agua o líquido que no sea alcohol, la idea es evitar la
deshidratación y las bebidas alcohólicas suelen producirla,
2-
Tomar una aspirina antes del vuelo y
3-
Realizar ejercicios musculares durante el período de inactividad, es
decir, por ejemplo, mover los miembros hacia atrás y adelante, contraer y
relajar las pantorrillas, rotar los tobillos, caminar o pararse varias veces
aunque sea por períodos cortos, lo ideal sería hacerlo cada hora y media.
4-
Consultando previamente a un medico, llevar medias o vendas elásticas
para evitar que la sangre se estacione en la parte inferior de las piernas.