Estando en esto aparece un ciclista con la bici de la mano, lleva tanto barro
que no se ven los colores ni del maillot ni de la mountainbike, le invito pero
no quiere perder tiempo es brasileño , se ha despistado de su grupo y tras
descansar unos minutos sigue su camino.
Al poco de proseguir el camino encuentro un portalón y al poco desemboco en un
camino asfaltado, el calor es fuerte y la mochila pesa lo suyo. vuelvo a
encontrar las señales del camino y llego a un caserío con un antiguo frontón, no
esta señalizado y mas tarde me entero de su nombre: LINZOAIN .Hay una fuente con
un agua fresquísima, tras beber me siento a la sombra de una de las casas y
descanso.
En esto asoma por el camino una aparición: ¡¡ el coronel tapioca en persona ¡¡,
es un peregrino vestido de explorador cargado con mucha impedimenta, hasta lleva
tienda de campaña, saluda con un:” BUEN CAMINO”
y continua, unos minutos después regresa y me pregunta si llevo mapa del camino
ya que no sabe donde está.
Comprobamos con mi guía la situación y gracias al
frontón nos situamos, se había ido por otro camino, nos vamos juntos, él es de
Madrid y también es su primer Camino. Empezamos a ascender y otra vez el barro
tras padecer un largo trecho salimos a una carretera comarcal, el camino la
cruza y continua muy embarrado por lo que decidimos desviarnos, a unos tres kms.
aparece un pueblo, se ha ido nublando y parece amenazar una tormenta. Mi
acompañante decide parar en un caserío y plantar la tienda antes de que llueva.
Yo continuo hasta el pueblo: es Erro, llego justo a un bar cuando cae un
chaparrón, espero en el bar a que escampe y me informan que todos los caminos de
esta vertiente están impracticables y que todos los peregrinos están circulando
por la carretera general.
Deja de llover y vuelve a salir el sol. Continuo ahora
por la carretera y empiezo a subir el puerto de ERRO, al cabo de 5 kms. llego al
puerto, alli mismo atraviesa el camino y esta seco por lo que continuo por el.
Efectivamente esta seco, solo en las vaguadas esta algo mojado ,este camino es
una vereda muy descarnada, asoman grandes losas de pizarra con enormes aristas
haciendo difícil la travesía, paso junto a un antiguo refugio de peregrinos
abandonado, cada vez la pendiente se hace mayor y cuando llego al fondo del
valle estoy tan agotado que me dejo caer de espaldas contra un talud para no
quitarme la mochila: “ ¡QUE COÑO ESTOY HACIENDO AQUÍ ¡” esta exclamación me sale
espontánea, y creo que este fue el único momento en que pensé en no continuar.
Al cabo de un rato y tras recuperar el aliento continuo con nuevos ánimos, tan
embalado iba que casi me paso de largo el puente de ZUBIRI lugar donde decido
pernoctar,” Bien empiezo: hecho polvo y acabando la etapa unos kms. antes de lo
previsto.
Cruzo el antiguo puente sobre el río Arga y ya estoy a la vista del
Albergue, es un edificio antiguo que a mi me recuerda una estación de
ferrocarril. No hay responsable y son los peregrinos los que me explican el
funcionamiento de todo. Che que ducha ¡¡, casi ha valido la pena padecer para
ahora disfrutar.
Fuera vuelve a llover torrencialmente; ceno en compañía de
varios franceses y compartimos vinos y quesos. Total son las ocho y media de la
tarde y parece que estoy aquí toda la vida. Aparecen dos chicas del pueblo y nos
cobran 400 ptas a cada uno, no esta mal: agua caliente. calefacción y un local
muy limpio.
Hoy he caminado por espacio de 7 horas; y me voy a dormir.
Continúa en
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