El primer contacto

Averigüe todos los detalles. ¿Funcionan los electrodomésticos y la piscina? ¿Cuánto me costarán los traslados desde y hacia el aeropuerto?
 

Los propietarios querrán que usted se sienta cómodo, pero puede haber diferencias entre su definición de comodidad y la de ellos.

Si ellos demuestran un orgullo genuino, eso es una buena señal. Esto se nota en lo que le dicen y en el tono en que se lo dicen. También es un excelente indicador de sus gustos personales.

El pago

Ante los fluctuantes tipos de cambio, los propietarios necesitan protegerse y, en ciertas ocasiones, esto significa que si usted tiene la intención de pagar de una manera distinta a la que ellos quieren, tendrá que pagar más.

Seguramente usted tenga que pagar un depósito, y el resto en efectivo en moneda local, cuando llegue.

Recorriendo la casa

Cuanto menor sea el depósito, mejor para usted. Si bien se va a alojar ahí unos pocos días, los propietarios serán más amables si usted cuida la casa como si fuera suya.

Si algo no funciona o no sabe cómo funciona, resuélvalo cuando el dueño esté ahí para lidiar con el problema.

Es por eso que usted debe dejar de lado el cansancio del viaje para verificar todos los detalles, como por ejemplo la presión del agua, los electrodomésticos y las cerraduras, antes de entregar el resto del dinero en efectivo.

Sea discreto y firme si tiene que solucionar algún problema. Ante cada problema usted debe intentar negociar una solución que resulte mutuamente satisfactoria.

Es un mercado competitivo, y unas cuantas críticas negativas pueden dañar seriamente la reputación del dueño.

Consejo: Solicite varias llaves. Tener que molestar a los propietarios porque usted se quedó fuera de la casa es realmente vergonzoso.

Siempre hay algo

Pero rara vez es catastrófico. Si usted ha hecho bien su investigación, probablemente no ha alquilado un chiquero.

Sin embargo, por lo general los departamentos no suelen ser exactamente como se los describe: puede haber utensilios de cocina limitados, escasa vajilla o un televisor roto.

Entonces, ¿para qué mirar televisión en una ciudad a la que quizás nunca vuelva? Vaya al supermercado, compre una olla y un par de vasos decentes y siga adelante con sus vacaciones.

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La crisis económica mundial está generando nuevas opciones más económicas, como los alquileres para vacaciones.

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Una continua inversión en equipamiento e infraestructura por parte de un propietario atraerá nuevos inquilinos y hará que los clientes antiguos regresen.

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