Cálculos amigdalinos, más frecuentes de lo que se cree

Los cálculos o 'piedras' en la garganta son un problema que afecta a miles de personas. ¿Eres una de ellas...?

Cálculos amigdalinos, más frecuentes de lo que se cree


 

 

  

¿Que son los cálculos amigdalinos?

Los cálculos amigdalinos o tonsilolitos son un conjunto de diversos materiales que se unen y se acumulan en un punto que se localiza en la parte trasera de la boca y la cavidad que alberga las amígdalas.
 
Esencialmente, hay muchos tipos de materiales diferentes que pueden ayudar a la formación de los cálculos amigdalinos. La composición exacta de los cálculos variará de una persona a otra, aunque todos los cálculos contienen por lo menos dos tipos diferentes de materia.

En apariencia, los cálculos amigdalinos a menudo pueden estar compuestos de cantidades diminutas de comida que parecen haberse alojado en el área. Generalmente, los cálculos tienen un color blanco o amarillento, y a menudo parecen ser algo que se puede raspar con poco esfuerzo.

Sin embargo, a medida que la materia madura, se vuelve calcificada crecientemente y se adhiere al tejido con una resistencia más grande. En las primeras etapas, los cálculos amigdalinos pueden parecer simplemente bacterias que están presentes debido a una gripe o algún tipo de infección de la garganta. A menudo, se pueden administrar antibióticos debido a esta suposición.

Aunque esto puede ayudar hasta cierto grado, especialmente para aliviar algunos síntomas menores superficiales, el problema está en que los antibióticos no removerán los bultos de cálculos
calcificados que son los cálculos amigdalinos.

¿De que están hechos los cálculos amigdalinos?



En resumen existen tres factores principales involucrados en la formación de los cálculos amigdalinos. No tienen que estar presentes los tres para que se desarrollen los cálculos. No es inusual que cualquier combinación de dos de estos elementos lleven a la formación de los cálculos, además que es muy común que los tres elementos estén presentes.

Los tres son evidencia anecdótica de la formación de los cálculos amigdalinos a partir de un solo elemento; sin embargo, actualmente no es ninguna instancia que sea generalmente aceptada por la comunidad médica.

Uno de los elementos más comunes que pueden estar en los cálculos amigdalinos son los leucocitos que ya no viven ni funcionan. Los elementos naturales que componen los leucocitos proporcionan la materia básica que puede dar inicio al desarrollo de depósitos calcificados que forman la base de los cálculos amigdalinos.

Existen varias ideas sobre cómo llegan a juntarse los leucocitos en el área cercana a la parte trasera de la boca, y probablemente hay un cierto grado de veracidad detrás de estas teorías. Lo que es importante recordar es que la presencia de la materia prima de estos leucocitos muertos puede ayudar a establecer el ambiente ideal para que ocurra el desarrollo de tonsilolitos.



Un segundo elemento común que ayuda a la formación de los cálculos amigdalinos son las bacterias orales. No hay ningún misterio alrededor de cómo las bacterias pueden llegar a juntarse en la parte trasera de la boca y en la entrada de la garganta. Es un hecho muy sencillo ya que todo tipo de materiales pasan cerca y a través de esta área.

No solo hay exposición a las bacterias debido a la comida y la bebida, sino también por los elementos que están en el aire que entra al área cuando respiramos a través de nuestra nariz o boca. Bajo las condiciones adecuadas, las bacterias orales pueden establecerse fácilmente y ayudar a los leucocitos a formar los cálculos amigdalinos. 

Por Anna Watson
Autora del libro Remedios caseros para los cálculos amigdalinos

        

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