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Los countries de mi infancia

¿Hubo un country en mi infancia?

Domingo
soleado. Son las 10 de la mañana y
tomo un café en el Club House. El día se despereza lentamente; los golfistas ya salieron hacia su verde
y ondulado paraíso, los ciclistas pueblan los caminitos y los aerobistas corren
sudorosos mientras algunas mujeres se dirigen presurosas hacia su clase de yoga.

Es
un domingo clásico en un
country
contemporáneo…

Contemplo
mi taza de café y retrocedo treinta, cuarenta, cincuenta años atrás…

A
veces mis nietos me preguntan:

-"A
qué country ibas cuando eras chica, abuela?…"

-"¿Tenías
videocable? ¿Qué canales de TV
mirabas … ?"

Me
pierdo en mis ensoñaciones… Llego
a los años 50, al 45…

Veo
una vereda soleada con un grupo de
nenas jugando a la rayuela… El domingo era esperado con ansiedad porque era el
único día que no íbamos a la escuela (los sábados teníamos clases como
cualquier otro día).

Nos
levantábamos tarde, tomábamos un copioso desayuno y a la vereda … !

Nos
encontrábamos con los otros chicos de] barrio y elegíamos a qué jugar.

No
nos poníamos de acuerdo con los varones: ellos preferían irse al baldío a
hacerse un "picado". Nosotras
corríamos a buscar una tiza y dibujar en el piso una rayuela: infierno, 1, 2,
3, 4, 5, 6 y luego el cielo.

Jugábamos
por turno, tirando el tejo con emoción; luego saltábamos en un pie y.. a
recogerlo.

Cuando
nos cansábamos, a las Estatuas, la Mancha Venenosa, Antón Pirulero, la
Farolera, mantantirulirula.

Lo
más emocionante, eran las figuritas: la tapadita, el puchero…

Al
avanzar la mañana, salían algunas mamás con una asadera cubierta con un
repasador.

Llevaban
el asado con papas al horno de la panadería. Los más pudientes tenían horno, pero la mayoría no.

 Parte
1

Parte
2

Parte
3