Una práctica útil y poco conocida consiste en colocar alrededor de las macetas
bolsas de arpillera húmedas para mantener las raíces y sustrato húmedo.
Se recomienda también, rotar las macetas a 180 grados para que la temperatura no
las dañe.
Chips de corteza de árboles: se venden en los viveros y permiten que el agua de
lluvia penetre en la
tierra y evita la evaporación. Se colocan en los canteros y se encarga de
regular el uso del agua.
Es un error dejar las plantas en la bañera, pues dañará mucho a las plantas al
cabo de los días que se esté ausente del hogar.
Esto se debe a que la tierra se encharca y las raíces se pudren. Un viejo truco
consiste en colocarlas alrededor de un cubo con agua del que se sacan unos tubos
gruesos de plástico que se enterrarán en cada maceta.
Si se tiene jardín y en él un sistema de riego automático, lo más conveniente es
programarlo para la madrugada y por la mañana que es cuando más sufren las
plantas de deshidratación.
Botellas de plástico para auto riego: se debe llenar una botellita de agua con
la tapa colocada.
A este, previamente le habremos hecho un agujero. Si la enterramos
boca abajo en la tierra irá suministrando poco a poco agua a la planta.
Gel de agua: este nuevo sistema permite olvidarnos del riego durante todo un
mes. Sólo hay que
hacer es depositarlo cerca de la planta, junto a la tierra, y poco a poco se irá
deshaciendo, aportando a la planta todos los nutrientes que necesita.