El universo del patchwork (palabra que significa “remiendo”) ofrece un sinfin de posibilidades para diseñar y confeccionar artesanías que son verdaderas piezas de arte

Con esta técnica se pueden realizar bolsos, almohadones, colchas, mantas,
alfombras y muchas otras manualidades.


Esta popular técnica se basa en la combinación de parches o retazos de telas de
diferentes texturas, diseños y colores, de modo tal de lograr una pieza colorida
y novedosa para la decoración de los ambientes.


El primer paso es encontrar los retazos suficientes para la prenda o pieza que
se desea confeccionar, no importa si son de diferentes tamaños.

Se debe tener la
precaución de lavar los retazos antes de comenzar su unión, por las dudas que
destiñan y puedan arruinar el trabajo de unión.

Luego de lavados, se planchan
los retazos y se cortan en cuadrados, rectángulos o la forma que se desee. Es
importante presentar el trabajo antes de comenzar con el cosido, de modo tal de
poder combinar colores en la forma adecuada.

Con los retazos unidos, se va dando
forma al diseño elegido y se van uniendo las partes con alfileres hasta logar
que la pieza quede según el gusto deseado.

Finalmente, se cosen los retazos, ya
sea a mano o con máquina de coser para logar un acabado más prolijo y una rápida
realización de la manualidad.

En el caso de un acolchado, por ejemplo, se puede
confeccionar un forro que luego se rellenará con guata, para lograr una pieza
más abrigada y confortable.


La técnica del Patchwork se basa principalmente en la unión de retazos y trozos
de distintas piezas de tela con el fin de conseguir un armonioso y bello
resultado..


Esta técnica de costura es muy libre, ya que permite combinar toda clase de
tejidos, colores, pespuntes, puntos, texturas, formas, no teniendo mas limite
que las ganas de trabajar, el gusto personal y la inventiva o creatividad.

De
todas formas es conveniente poner las telas unas al lado de otras y doblarlas
con una forma aproximada para tener una idea anticipada de como va a quedar, así
como también conviene probar con varias combinaciones moviendo las telas de
lugar.


Para realizar una manta patchwork, lo primero es seleccionar un diseño o crear
el propio.


El paso siguiente es muy importante y tiene que ver con la
elección de las
telas: de una buena elección depende más del 50’% del éxito del trabajo.

Un
diseño hermoso puede verse desmerecido por una mala elección de telas o colores,
y viceversa. No siempre lo mas complicado es lo que mejor resulta.


Luego de la elección, hay que confeccionar el patrón de cada pieza, dibujándolos
en cartulina y pasándolos luego a las diferentes telas que se utilizarán.

Deben
tenerse en cuenta el número de piezas necesarios para completar toda la colcha,
en este caso.


Es conveniente poner todas las piezas sobre la mesa de trabajo y presentarlas
tal como quedarían unidad para ver el diseño completo.

Luego se cosen, derecho
con derecho de cada retazo, teniendo en cuenta siempre el
dibujo final de la
pieza. Con esto se logra la parte frontal de la manta que se presentará sobre
una superficie plana, sobre la cual se habrá colocado antes el forro o parte
trasera de la manta.

Sobre esta parte trasera se colocará el relleno o guata y
sobre él, la parte frontal de la manta.


Cuando ambas partes están presentadas,
se hilvanan desde el centro hacia cada esquina y laterales.


Si se desea acolchar la manta se coloca un bastidor en el centro de la pieza y
se comienza a acolchar para unir las tres capas.

Se puede seguir el diseño de la
manta o formar un diseño diferente para obtener dos dibujos: el de las piezas y
el del “acolchado”, para lograr un resultado final increíble.

Para darle el
toque final, se remata el borde de la manta con un bies, en un tono contrastante
al de los retazos que conforman la pieza.


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