1.- De pie, separar las piernas y comenzar a elevar un brazo hacia el costado
inverso. Luego hacer círculos con los brazos. Aplaudir mientras se juntan las
piernas.

Mantener el ritmo es importante. Se pueden reiterar estos ejercicios
unas diez veces. Si se acompaña de música, mucho mejor.

2.- Al ritmo de la música, dar unos pasos hacia adelante. Mantener los brazos
flexionados. También deben acompañar el movimiento. Reiterar veinte veces.

3.- Correr en el lugar durante cinco minutos. Si es necesario, descansar las
veces que haga falta antes de que se cumplan los cinco minutos ya que las
primeras veces puede resultar agotador y si no se está acostumbrado a hacer
deporte, lo ideal es ir muy de a poco.

4.- Acostarse boca arriba con las rodillas flexionadas. Recostar el pie
izquierdo en el suelo, doblar la rodilla derecha y poner el pie derecho a través
de la rodilla izquierda.

La mano izquierda debe permanecer detrás de la cabeza.
El brazo derecho debe quedar relajado al lado del cuerpo. Levantar y torcer el
torso. Sostener algunos segundos mientras se exhala al aire. Reiterar varias
veces y cambiar la posición.

5.- Recostarse boca arriba. Colocar las manos detrás de la cabeza, doblar las
rodillas y dejar ambos pies apoyados en el suelo. Levantar el torso lentamente,
sostener unos segundos y volver a la posición de reposo. Reiterar diez veces.

6.- Colocar la panza tan dura como sea posible. Este ejercicio puede reiterarse
en cualquier momento del día mientras se está trabajando, cocinando o mirando la
televisión.

La idea es mantener la panza bien dura durante treinta segundos y
descansar. Reiterar las veces que se pueda.

7.- Si se dispone de bicicleta fija en casa, se recomienda poder realizar una
rutina de ejercicios al menos cuatro veces a la semana durante veinte minutos.

Los paseos al aire libre también son sumamente eficaces para reducir kilos y
tonificar todos los músculos del cuerpo.

Es importante poder
mantener una rutina y no perder el estímulo ya que el éxito
solamente se podrá conseguir con perseverancia y mucha paciencia.

No hay que
olvidar complementar la actividad física con una dieta saludable ya que de nada
valdrá el esfuerzo y el sacrificio de la gimnasia si luego a la hora de
alimentarse no se siguen unas pautas saludables y coherentes.

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